De Ángel a Demonio (Tomo 1 La Hija de Sammael)

PREPARATIVOS

El instituto era un caos y el humor de Jace no podía ir peor.

-¿¡Qué aquí nadie trabaja?! – da un pequeño grito pero nadie se inmuta – ¡Maldición!

-Por favor relájate – se acerca Beth y le da un beso en la mejilla – dime... ¿Qué es lo que necesitas?

-Tenemos que seguir ésta pista antes de que Valentine se mueva – le muestra la tableta – ésta tecnología es fantástica

-Dales tiempo Jace – camina cerca Isabelle dándo órdenes a los cazadores – es la primer boda que tenemos en mucho tiempo

-Es cierto – le quita la tableta – dame eso y relájate, además debes arreglar las cosas con Alec

-No quiere que hablemos – suspira dejando caer los hombros – iré tras ésta pista si no les molesta

-Anda tan irritable – gira los ojos Isabelle – no sé cómo lo soportas

-Digamos que entiendo por lo que pasa – alza los hombros – no es agradable ver a tú ex con otro

-Si tú lo dices – le muestra dos tipos de tela – ¿Cuál te gusta más?

-¿Enserio Isabelle? – alza una ceja y sonríe de manera divertida –

-Tienes razón – asinte – será el hueso –

Elizabeth siguió a Jace acercándose a la pizarra

-Los brujos más poderosos que Magnus son 20 – se los muestra – aun que no sabemos cual es el que le dio ese hechizo a Joselyn

-No importa que tan difícil sea, hay que encontrarlo, tengo que enmendar el haber dejado escapar Valentine

-¿Ya hablaste con Alec? – le miró seriamente –

-Debe estar ocupado con la boda – zanjó la conversación – no tengo que hablar con nadie cariño – se acerca a darle un beso y se retira –

-Maldición – apaga todo y sale de ahí –

La noche pasó sin contratiempo y al amanecer se despertó

-Maldito horario demoniaco – bufó llegando de entrenamiento sentándose con Magnus – Hola

-¿Acostumbrándote?

-Odio dormir poco, siento como si no fuera suficiente – se sienta viendo los libros

-¿Y a quíen esperamos?

Extiende la mano observando a Jace y Clary

-¿Vienes de un entrenamiento? – preguntó Jace llegando junto a Elizabeth dándole un beso –

-Sí – mira a Elizabeth – trabajamos en mi gancho derecho

-Bien

-Aunque su conversación es realmente fascinante – se levanta – debimos hacer esto en mi casa, habría coctéles

-Son las nueve de la mañana – lo riñó Clary haciendo reír a Elizabeth –

-En algún lugar es Happy Hour

-Es por Hodge, y te recuerdo que él... no puede salir

-Bueno, que llegue pronto por que hay personas que debo evitar

-Perdón por llegar tarde, estaba investigando algo – le hizo una reverencia a Magnus haciéndole poner una mala cara – hemos reducido la lista a éstos tres – se los muestra en pantalla –

-¿Qué hace Ragnor Fell ahí? – los voltea a ver – no es más poderoso que yo

-Es mayor que tú

-Pero no más sabio

-¿Quién es Ragnor Fell? – interrumpió Clary –

-El Ex Gran Brujo de Londres y uno de mis más... antiguos amigos, adora su soledad

-Bueno – interrumpió Hodge – hay que saber quien pudo acercarse lo suficiente a Joselyn sin ser descubierto

-En los 90 Ragnor era profesor en Idris

-¿no fue cuando mi mamá estudiaba ahí?

-¡El maldito! – puntualizó – por eso no contestó mis mensajes de fuego – comenzó a explicarles – desde que Valentine ha estado cazando brujos se escondió en su casa secreta cerca de Londres... Debemos ir en persona

-¿Y tú irás en esa misión? – cuestionó Hodge

-¡Pero claro!, soy el único en quien confía Ragnor – tuerce los ojos – además ya jugué mi última mano, hasta yo se cuando detenerme – dijo antes de darse a vuelta y quedarse estático –

El silencio se hizo algo incómodo, hasta que Lidia lo rompió

-¡Magnus! – sonrió – no sabía que estabas aquí, vamos a saludar a algunos representantes de la clave ¿Por cuánto tiempo te quedas?

-¿Nadie me dijo que había una reunión? – interrogaba Alec –

-Es que Magnus descubrió que Ragnor Fell pudo hacer el hechizo para dormir a mi madre

-¿en qué ayudo?

-Sólo iremos por un brujo Alec – zanjó Jace –

-Tranquilo – Beth se puso tras Jace tomándolo del brazo – nos haremos cargo

-Además tienes encargados de la clave que saludar – Magnus se dirigía a Alec – no querrás opacar la perfecta imagen de tú familia ¿No?

-Bueno, un gusto encontrarte otra vez – sonrió Lidya – nos vemos luego

-Prepárate – volteó a ver a Elizabeth – nos vamos en una hora

-Bien – se acercó a darle un beso a Magnus antes de desaparecer por un pasillo –