Su rubia cabellera entró con las lágrimas escurriéndole por el rostro, pero unos brazos la reconfortaron casi inmediatamente
-¿Te encuentras bien? – la voz aguda de ese lobo resonó como si estuviera dentro de su mente – ¿Te han hecho daño?
-No – se limpió el rostro y se separó de él – estoy aquí en una misión
-¿En qué te puedo ayudar? – sonrió sentándola en una mesa – soy Lucian
-Lo sé – se recompone y pregunta – busco a Jace
-No está en condiciones – le tomó la mano – deberías esperar un poco y...
El grito del rubio la puso en alerta y corrió hacia donde había provenido el grito, maldijo en cuanto entró pues esperaba todo menos verlo así.
Su cuerpo estaba recostado en el desgastado sillón que alguna vez tuvo un color rojo, yacía seminconsciente con la piel perlada de sudor murmurando incoherencias y a su lado un hombre rubio.
-¡Aléjate de él! – saqué un par de dagas haciéndolas bailar entre mis dedos – jamás fallo en mi tino – sentía la adrenalina correr por mis venas –
-Elizabeth – dijeron dos voces al mismo tiempo –
-¿Cómo me conoces? – le hablé entre dientes al rubio frente a mí –
-Elizabeth... el es el padre de Jace, Michael – la tomó del hombro – tranquila
-Jace está delirando, su padre murió hace años – quitó su mano de un movimiento brusco – tú estás mal
-Soy Michael – alzó las manos – Valentine me tuvo capturado por mucho tiempo, pero soy yo
-¡Luke tenemos la sangre!
La pelirroja había entrado corriendo y Luke pidió que todos salieran, pero Elizabeth sólo se puso en una esquina
-Hablé con él esta tarde – murmuró viendo lo que el lobo hacía por él – no me dijo que estaba lastimado
-Está débil por el vínculo debilitado y por el veneno de demonio rapiñador
-¿Por qué no está en el Instituto si su hermana está en problemas?
-Sé que estuviste enferma, y Magnus iba y venía del instituto, pero no te contó las buenas nuevas
-Sé que Alec se casa – rodó los ojos – tenemos diferentes puntos de vista en cuanto a cómo arregla las cosas
-Y su prometida mandó a Juicio a Isabelle
-Ellos dónde estaban
-No sé, ayudaron a escapar a Meliorn y desaparecieron casi un día
-Llegaron aquí ¿No es verdad?
-Tan pronto como escaparon de la guarida de Valentine
-Ahhh – buscaba por la habitación – Clary... mi padre
-Tranquilo – se acercó tomando su mano y acariciando su cabello – ambos están afuera
-Beth...
-Tienes suerte de estar en cama o mi navaja ya te hubiera atravesado – sonrió traviesa – ¿Por qué no llamaste? ¡Ohh espera, fui yo la que no contestó!
-¿Está mejor? – se asomó la cabeza de Michael haciendo que la rubia lo soltara abruptamente caminando a la otra punta de la habitación – veo que tiene buena compañía
-Iré a cambiarme la camisa – salió Lucian –
-Le faltan unos minutos para que se recomponga del todo – se colocó en el mismo rincón –
-¿Lo quieres no es así? – se sentó junto a su hijo y la miró – lo tienes en la mirada
-Solíamos salir – sonrió de medio lado – su novia es la pelirroja desesperante
-No te agrada – sonrió abiertamente –
-Nadie que te quite el novio puede agradarte – lo miró inquisidora – ¿Exactamente de dónde salió?
-Me rescataron de la guarida de Valentine – su expresión no cambio y la hizo dudar – ellos fueron muy valientes
-Impulsivos diría yo – la conciencia regresaba poco a poco a Jace – esperaré afuera
-¿Cómo está? – volteó Clary al escuchar la puerta – ¿Mejoró?
-Sí... y limítate a no hablarme, no quiero salvar tú trasero más de las veces que ya lo he hecho
-¡Yo no te he hecho nada! – explotó... empezaba el momento de diversión que esperaba – no entiendo por qué me odias ¡Pero entiendo por qué Jace no puede quererte!
El seco golpe hizo que el silencio se volviera denso y pasado, la mano de Clary estaba sobre su mejilla y los ojos de la rubia se clavaban como mil dagas
-Jamás – susurró de manera escalofriante – hables de lo que no sabes – con los ojos obscureciéndosele se acercó lentamente tomándola del cuello – no sabes nada de ser una cazadora, ni de las leyes, los institutos, subterráneos, de Jace y mucho menos – veía la desesperación en los ojos de la chica sintiendo gran satisfacción en su interior – sabes de mí, así que si eres inteligente...
-¡Qué demonios! – salía Michael alejando a Elizabeth de la otra muchacha – ¿Qué pasa aquí?
-Pregúntale a ella – la miró con desdén y antes de salir se volvió hacia ellos – tuviste suerte otra vez, así que no tientes al destino
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De Ángel a Demonio (Tomo 1 La Hija de Sammael)
Ciencia FicciónLo mejor será que no te vuelva a encontrar jamás... las cosas se han complicado y no puedo dejarla sola, ella me necesita más que tú. Tú has sido instruida como yo para matar, eres tan igual a mí que sé que vas a estar bien, eres fuerte, independien...