De Ángel a Demonio (Tomo 1 La Hija de Sammael)

LA BELLEZA OCULTA DE LA OBSCURIDAD (Parte 2)

¡¡¡¡ÚLTIMOS CAPÍTULOS!!!!

Tomándolo de manera presurosa salieron tras la pelinegra, pero el portal estaba justo frente a la salida y de él emergía Valentine.

-Clarissa – resopló – me da gusto volver a verte... ¿Dónde está tu hermano?

-¿De verdad crees que te lo diría?

-No tienes que...

-¡Aléjate de ella! – se acercó Simón, pero este lo apartó sin ningún esfuerzo –

-¡Simon! – gritó Clary –

Valentine había levantado su espada hacía él, pero los reflejos de la pelinegra eran bastante buenos, y con su látigo le detuvo antes de que lo lastimara, pero Valentine de un tirón la envió al suelo, con suficiencia regresó su mirada al vampiro levantando su mano nuevamente pero un grito lo detuvo.

-¡Detente! – Demandó Jace entrando a la habitación con la espada en alto – esta vez no escaparás de mí

Los secuaces de Valentine tomaron a Isabelle y Simon, neutralizándolos.

-¿Estás listo para matar a tu padre?

-Me abandonaste

-Te protegía Jace – mira hacia los lados sin ver a la rubia – no estabas listo hijo, pero has crecido... ahora ya te convertiste en el guerrero que entrené

-Me entrenaste bien

-Y a pesar de todo, me falta mucho por enseñarte – le decía sin parpadear – estás aquí por una razón – levanta las manos señalando a Isabelle y Simon – si peleas conmigo verás cómo mueren tus amigos – observando una puerta Alec y Magnus entraban sujetados por otros cazadores de sombras – sí, tú eres fuerte, pero ellos hacen que te debilites

-Déjanos ir – intervino Clary – y te daremos el libro, no podremos detenerte sin el

Con una sonrisa algo burlona se giró hacia ella

-Clarissa... te pareces tanto a tu madre – se cruza de brazos – siempre tan dispuesta a hacer lo que sea por las personas que amas – hace una mueca – ese libro no era parte de mi plan... aunque me conmueves profundamente. Yo si quiero que despiertes a tu madre porque ambas se unirán a mí... es el destino

Sin más importancia se voltea hacia Jace

-¿Estás listo?

Con indecisión Jace veía a su alrededor, sabía que era bueno y que Elizabeth haría lo que él le había pedido pero aun así que todos estuvieran inhabilitados para pelear sería arriesgar demasiado, no se podría permitir que por su culpa muriera alguno, ni siquiera Simon, y mucho menos la rubia, por no hablar de sus hermanos... de los tres.

La duda vacilaba en sus ojos, pero al final bajó la espada decidido a negociar

-Si voy contigo...debes prometer que no los vas a lastimar

-Tienes mi palabra – respondió inflando su pecho –

-Esto es una locura Jace

-Lo lamento Clary

-Jace... – le miraba con ojos llorosos – ¿Qué estás haciendo? ¡No puedes estar hablando enserio! – le pedía desesperadamente – no eres como él y tampoco yo

-Eso no lo sabemos Clary – le dijo con los ojos abiertos –

-Déjenlos ir – dio la orden Valentine -

Al soltarlos Simon se acercó a Clary sosteniéndola y Jace los mantuvo lejos amenazándolos con la espada que anteriormente apuntaba el pecho de Valentine.