LA COPA MORTAL (Parte 1)

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-¿Cuál es el plan? – se acercó Alec a los dos chicos –

-Esto iba a ser de manera sencilla pero los mundanos y su forma de arruinar las cosas – rueda los ojos – pero tengo un nuevo plan, que no incluye golpes – miró a la pelirroja con una sonrisa traviesa –

-Eso suena interesante – repuso Isabelle – te escuchamos

-¿Sólo ustedes vienen? – observó atrás de ellos

-Ella...

La rubia tomó aire al ver a Alec voltearse y haciendo su cabello hacia atrás en señal de nerviosismo caminó con paso firme hasta ellos

-Perdón la tardanza – los miró a todos seria – y... ¿Cuál es el plan?

-¿Tienes tus identificaciones? – Jace le sonrió de medio lado y la chica sin poder evitarlo le brillaron los ojos entendiendo el plan y guiñándole un ojo comenzó a caminar dentro de la estación – ella va a...

La rubia entró y se quitó el glamour para que los policías la vieran, y se acercó al oficial más cercano

-¿Se encontrará el jefe de casos internacionales?

-El Comandante Lackley está fuera señorita – informó tras ver la credencial que tenía en sus manos – ¿Hay algo en lo que pueda ayudarle?

-Es confidencial – le guiñó el ojo – necesito acceso a sus cámaras de seguridad

-Por aquí – asintió nervioso caminando en dirección al cuarto de control con la rubia pisándole los talones –

Alec e Isabelle entraron buscando la manera de llevar a cabo su plan para que Clary y Jace hicieran el suyo, si todo resultaba con éxito la copa mortal estaría a salvo en el instituto para la tarde.

Minutos después, Alec estaba fuera de la estación de policías vigilando el perímetro y esperando a los chicos, Isabelle estaba por reunirse con el en un par de minutos después, Jace y Clary estaban en el archivo o acercándose a él y finalmente Beth los tenía en vigilancia para cualquier contingencia.

El plan se desarrollo casi sin contratiempos, aun que afuera ya era de noche las cosas estaban relativamente tranquilas, aunque el salto de la silla de la rubia le indicó lo contrario al policía.

-¿Ya se va señorita?

-¡Sí! ¡Excelente manejo de su fuerza ante contingencia y los problemas suscitados! – regresa corriendo deteniéndose en la puerta – salúdeme al comandante

-¿Qué nombre le doy?

-Sólo dile que la chica rubia de los tatuajes raros – se carcajeó mientras se iba de ahí, una vez llegando a la explanada y viendo a los chicos comenzar a caminar corrió a abrazar a la anciana que se había puesto frente a la pelirroja – ¡Tiempo sin verte! – murmuró mientras encajaba su cuchillo serafín

-¿Así tratas a tú abuelita? – regresó Jace corriendo al ver el demonio desvanecerse dejando ver a la rubia –

-Ella era la que me agradaba – hizo una sonrisa socarrona de medio lado – estamos rodeados

-¿Están bien?

-¡Hay que movernos! – apresuró la rubia después del asentimiento de cabeza de Clary

Los "policías" los trataban de acorralar a los grupos y los chicos empezaban a quedarse sin otra opción más que enfrentarlos justo enfrente de la estación-

-¡Esperen! Los túneles subterráneos – gritó la chica Fairchild – ¡síganme! – bajó corriendo las escaleras dirigiéndose a una puerta que se encontraba casi a espaldas de la estación de policías. La pelirroja trató de usar una runa, pero no la conocía muy bien

-¿Alguien sabe cuál es la runa para abrir puertas?

Jace, educadamente, la movió a un lado y abrió la puerta de una patada

-Es ábrete sésamo – le guiñó un ojo volteando a ver inmediatamente a la rubia la cual y había desviado la mirada tratando de controlar sus pensamientos – ¡Vamos chicos!

-¡Vayan! – dijo Alec sacando su arco –

-¿Alec? – regresó Jace – hay que correr

-Ve, yo los detengo, pongan la copa y a la chica en el instituto, a salvo

-Pero Alec...

-Vamos Jace, no sería la primera vez que Alec salva tu espalda – lo toma del brazo – y dudo que la última

Los chicos asintieron y dieron media vuelta, pero la rubia se colocó a su lado

-No te vas a quedar – entornó los ojos Alec y la miró un par de segundos – necesito que te pongas a salvo en el Instituto ¡Ahora!

-No me iré, me necesitas para detener a esos demonios – agarra su brazo y hace que la mire – no sólo están los cambia formas

-¡Mierda! – murmuró – pues con más razón – disparó su flecha y murió el demonio que se acercaba locamente a la puerta – no puedo ponerte en riesgo

-Cómo si no hubiéramos pasado por esto antes – rosó los ojos sacando su espada y algunas dagas con su otra mano –

-¡Ésta vez tienes por quien preocuparte! – la observó lanzar una daga a otro demonio, estaban encontrando su paradero – y no es Jace

-Lo sé – rueda los ojos – pero igual es mi trabajo y no corre riesgo, sigue dentro de mí – alza los hombros – nadie más que tú está en oposición

-Deja que se entere Izzy 

De Ángel a Demonio (Tomo 1 La Hija de Sammael)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora