Hotel Dumort (Parte 2)

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Las pisadas se alejaron y ella se quedó ahí tendida en el suelo tratando de recuperar su respiración, la cual inexplicablemente pareciera se negaba a regularizarse; haciendo un esfuerzo por estar adelantada a los sucesos que podrían pasar dibujó la runa para escuchar mejor y que algún ataque la agarrara desprevenida.

Al poner la estela en posición tuvo que morder sus labios para no soltar un grito, la runa le quemaba como un infierno pero logró terminarla quedándose ahí tumbada.

A su mente regresó la platica que había pasado con Hodge y sintió una opresión en el pecho, pero inexplicablemente sus ojos se negaban a derramar una lágrima cosa que la desconcertó aún más, ¿Estaba deseando llorar? ¿Su cuerpo se negaba a dejarla llorar?. Sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar la batalla que se estaba llevando a cabo abajo y deseó estar ahí, blandiendo su espada y luchando para sacar todos esos estúpidos sentimientos que Hodge hizo que pensara.

Las voces la distraían un poco llegándole escasas

-Gracias por eso - tal vez era la chica pelirroja

--No hay problema

-¡Bien! Sigamos!!!! - ese definitivamente era Jace -

-Eres demasiado importante Camille - ese... no era ni Jace, ni Alec - ¡vete! Yo me desharé del humano

-¡Por el Ángel! ¡Simon! - gritó en el techo logrando ponerse de pie y caminando lo más derecha posible a la única entrada visible - ¡Oh no!

-¡Caminen les digo! O lo mato

-¡Los va a matar! - se reprimió mentalmente por ser tan débil y no poder estar con ellos - ¡maldición!

Los pasos se escuchaban cada vez más cerca y tuvo que reconocer que no podía ni mantenerse en pie, así que volvió a subir a la parte para tener mejor campo de visión y movimiento; deteniéndose en el último escalón sacó unas dagas haciéndolas bailar sobre sus dedos preparándose a lanzarlas apenas tuviera visión de la puerta y el maldito vampiro apareciera (casi imposible ya que el sol estaba sobre el Hotel, pero, si tuviera una oportunidad la usaría).

La puerta se abrió de golpe saliendo Alec e Isabelle primero, la chica pelirroja fue arrojada hacia afuera por Jace y detenida por Isabelle para que no cayera.

De repente el cabello corto y negro de Simon salió por la puerta haciendo que bajara las dagas y se recostara pesadamente sobre la escalera

-¡Jace Wayland! Recuerda quiénes son tus amigos - le advirtió el vampiro y el rubio cerró de un portazo -

Silencio..

ALEC

¿Qué carajo había pasado?

Habían salido totalmente ilesos de la guarida de los vampiros, Isabelle ya estaba totalmente recuperada y sonreía con suficiencia acomodándose el cabello. Los demás seguían en shock y entonces la noté.

La delgada rubia estaba en punto de quiebre sobre la escalera

-¡Hey te tengo! - susurré y subí la escalera para que ella lo hiciera de igual manera - ¿Contratiempos? ¿Qué tienes? Aún tienes fiebre, diría que aumentó más bien

-Creo que fue el sol - respondió sofocada y entonces las botas del rubio estaban junto a ellos, el rostro de Alec se puso tenso y se enfrentó a Jace como nunca antes lo habían hecho -

- Crees que conoces a esa chica pero no es así - traté de razonar con él después del peligro que habíamos pasado - Piensa en su padre

-¿Su padre? - intervino Elizabeth y caí en cuenta que ella no sabía lo que pasó en la Ciudad de Huesos -

-No empieces con eso otra vez Alec - ignoró a la Rubia -

-¡Salió de la nada!

-¡No tiene a nadie!

-¡Escúchame Jace!

-¡Suficiente! - lo cortó haciendo que los mundanos voltearan a verlo - ya basta Alec

-Soy el mayor, no soy tu sombra - lo reté mirándolo fijamente -

-Si eso piensas ¿Por qué ayudaste entonces?

¡POR QUE ESTOY ENAMORADO DE TI!

Malditos pensamientos traidores... sin poder responderle sólo me di media vuelta para seguir a mi hermana

ELIZABETH

Sin saber que hacer Jace se detuvo en la cornisa mirando fijamente a la pelirroja y ella igual.

Traté de desviar la mirada pero el mundano tenía la vista sobre ella, no en ella... ¡Sobre ella!,

-¡Jace! - le hablé sacando a todos del trance - yo emm... necesito

No dejó que terminara la frase y me ayudó a ponerme en pie. Yo, él, Simon y la chica Fairchild, en ese orden bajamos por la escalera.

Alec estaba ahí para agarrarme y lo agradecí enormemente apretando su brazo para hacérselo saber y me tomó por la cintura guiándome a la van del mundano

-Otra vez no

-No tienes opción ésta vez - y sin dar permiso a alguna respuesta me tomó por debajo de las rodillas y me cargó hasta dejarme en el asiento hasta atrás, iba a salir pero lo tomé, impulsivamente, de la muñeca

-Quédate conmigo

-Jace...

-Jace está muy ocupado con la chica como para haberme mandado primero por las escaleras - mordí mi labio - me pediste que no fuera orgullosa

-Bien - se quitó la chamarra y se sentó juntó a mí, inmediatamente me acomodé en su hombro y él me puso su chamarra encima - pero dormirás en el trayecto

-Lo haré - mordí mi labio - Jace te adora, pero debes conocer a otra persona, él no te merece tan incondicional

-Es mi parabatai - murmuró y con una mueca me tomó de la cintura haciendo que me acomodara en una mejor posición en él -

-Sabes que no hablo de eso - y tras esa frase, caí en la inconsciencia. Otra vez.

De Ángel a Demonio (Tomo 1 La Hija de Sammael)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora