Historias cortas de sexo con los personajes del anime de Naruto Shippuden.
Espero que disfruten el tomo dos y si no han leído el uno ¡¿Que esperan para leerlo?!
No olviden de votar y seguirme.
Lo nuestro nunca fue amor solo una atracción sin medida que sentíamos, un sentimiento que no podíamos evitar.
Hacía ya más de dos años que nuestros encuentros siempre terminaban en lo mismo, una charla amena y sexo, mentiría si dijera que no disfrutaba nuestros encuentros ocasionales.
Este era uno de esos dias, su mensaje citandome fuera de una plaza hicieron que sonriera de inmediato, mi hermano no estaba y la plaza estaba a menos de quince minutos de mi casa, empecé a arreglarme un poco antes de salir de casa.
Ella estaba ahí, sentada en la banca metálica mientras miraba su celular.
-Hayumi - la nombre mientras ella me miraba con una sonrisa, sus ojos negros parecían más brillantes y su cabello blanco lo traía suelto, no podía negar que se veía hermosa.
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-Itachi, creí que tardarías un poco mas.- sonreí ante su gesto, pues estaba un poco roja y jugueteaba con su cabello.
-Pues la verdad que he tratado de llegar lo antes posible.
-Hoy tengo que trabajar, creí que.... Sería bueno.... Ya sabes.... Llegar feliz al trabajo.- sonrió apenada mientras tomaba mi mano, entendía perfectamente lo que tenía en mente, asentí y sonrei.
-Quieres que te haga un día feliz, vamos a mi casa no hay nadie por ahora- le susurré al oído mientras mis manos la tocaban sutilmente, un suspiro se escuchó salir de su boca, bese su mejilla y tome de su mano.
-Itachi yo....- dijo antes de callar, la mire por el rabillo del ojo mientras avanzábamos a la casa, no decía nada solo miraba a la carretera, sonrei, se veía distraída por un rosal enorme de una casa. Siempre he recordado que desde que la conocí se distrae tan facilmente.
-Hayumi, hemos llegado- ella sonrió y asintio.
-Lo se la mayoría de veces nos hemos divertido aqui-ella sabía cada parte de esta casa. Tome las llaves y abrí la puerta. - Quiero divertirme en tu habitación- dijo mientras me daba la espalda entrando .
-Sabes donde está, ve y prepárate - dije con una sonrisa, observé como subía las escaleras, como sus caderas se movían con un ritmo lento obligándome a admirarla, joder, me traía loco su cuerpo, suspiré mientras me hechaba algunos mechones hacia atrás para que después se volvieran al mismo lugar. Cerré la puerta y me dirigi a mi cuarto.
-Itachi ¿Crees que se me ve lindo?- me recibió con esa pregunta, mi boca se abrió mientras que mi masculinidad se despertaba, verla semidesnuda sentada en mi cama con esa lencería negra que resaltaba tanto en su piel, tenía tantas fantasías en mi mente que eran difíciles de creer.
