Historias cortas de sexo con los personajes del anime de Naruto Shippuden.
Espero que disfruten el tomo dos y si no han leído el uno ¡¿Que esperan para leerlo?!
No olviden de votar y seguirme.
No podía creer lo enfermo que estaba por tener esos pensamientos por mi propia hermana, no había día que esos sentimientos no brotaran de mi, se suponía que tenía que cuidarla, protegerla, no.... No amarla como un loco, pensar en ella de esta forma solo.... Solo me hacía sentir y pensar que estaba mal, pero ¿Cómo no enamorarme de ella? Era hermosa, tierna, amable, linda y perfecta.
Cada vez que la veía como ahora me hacía desear no ser hermanos.
-Neji ¿Pasa algo?- pregunto Mayumi mientras volteaba a verme a lo cual me hizo aterrizar a la realidad.
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- Claro que estoy bien.- dije serio mientras la miraba de reojo.
-¿Estás seguro? Te veías un poco.... Distraído ¿Sabes? A lo mejor....
- Que no me pasa nada Mayumi - la interrumpí cortante ella solo se asombro por el tono de mi voz y solo asintio bajo, mierda, no quería sonar así.- Mayumi yo....
-Ya entendí Neji, no te pasa nada. - su tono se escuchaba triste quería verle la cara pero ella iba por delante y no me era posible verle el rostro, me maldije.
Toda la ida a casa era silenciosa, aterraba la situacion, mis ojos se paseaban una y otra vez por ella, un nudo en mi garganta mientras mi cabeza se repetía lo estupido e imbecil que era por tratarla así, el problema no era ella, era yo.
-Desde que estás con Ten ten te has vuelto muy.... Idiota Neji.-sus palabras hicieron que la mirara sin entender.
-¿Perdón? - estaba confundido, ella abría la puerta de la casa mientras que yo me quedaba estático a pasos de ella.
-Que eres un idiota Neji.-repitió mientras entraba a la casa tirando su mochila en la entrada junto con sus zapatos.
-¿Pero quien te ha dicho eso?- ella solo se encogió los hombros, mientras que nuestras miradas se cruzaban unas a otras, sentía la tención crecer entre nosotros. Ella aparto la vista después de un silencio algo incómodo para después empezar a subir las escaleras, estaba más que seguro que iría a su habitación. Se notaba molesta, pero no entendía bien el por que - ¿Acaso estás celosa de ella?- ella se detuvo de inmediato, note como sus puños los apretaba para después escuchar un silencio.
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