Historias cortas de sexo con los personajes del anime de Naruto Shippuden.
Espero que disfruten el tomo dos y si no han leído el uno ¡¿Que esperan para leerlo?!
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Arreglaba el cuarto del pequeño Boruto mientras miraba el reloj de barco que colgaba de la pared, las 9:00 Pm, el día de hoy se me había hecho eterno. Suspiré al ver qué todo estaba listo, salí de la pequeña habitación con paso lento hasta la sala de estudio del señor Uzumaki.
-Discu.....- me detuve de inmediato al ver aquella imagen, se veía tan tierno, padre trabajando mientras que el pequeño dormía plácidamente en su hombro. Observé un poco más pero está vez solo al Uzumaki mayor. Su porte era tan varonil, tan seductor. Se veia tan concentrado en su trabajo.... Estos pensamientos eran tan indebidos para mi, las fotos de su escritorio hicieron que reaccionara, el era mi jefe y aunque él estaba viudo desde hace ya algún tiempo no dejaba de ser algo tan estupido pensar en cosas románticas con el pues yo solo era la niñera y no más
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-Señor- murmuré al entrar y estar justo detrás de el, Naruto volteo a verme con aquella sonrisa que siempre me daba, de inmediato sentí mis mejillas colorearse de rojo y solo imite su acción - Acostare a Boruto en su cama, ya es tarde y usted necesita seguir con su trabajo.
- ¿Que hora es?- dijo mientras me daba a el pequeño Boruto y miraba la pantalla de su computadora- -Diablos es demasiado tarde.... Carrie cuando lo acuestes por favor ven.
-Si claro señor Uzumaki- respondí mientras me encaminaba a la habitación del pequeño, acosté a Boruto para después darle un pequeño beso en la mejilla lo cual hizo que sonriera y se moviera en la cama. Caminé a la salida para cerrar la puerta y después dirigirme hasta donde se encontraba el rubio mayor. Con solo entrar al salón de estudio un aroma demasiado familiar me inundó por completo. Sonreí negando.
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-Se que me paga por cuidar a su hijo pero....- tome el ramen que estaba en la mesa y lo puse lo más lejos de el, arriba del librero estaría seguro por ahora.- usted no puede comer tanto ramen instantáneo, le hará daño.
-Carrie, yo no como tanto ramen - dijo mirándome sentado en su silla mientras hacía un pequeño puchero, me parecía infantil. Yo solo señale un cubo de basura en la esquina el cual estaba a tope de envases vacíos lo cual el solo se rió. - Estaban en oferta.
