Capitulo 5

86 2 0
                                    

Todo esta oscuro y húmedo y hay algo que no me deja mover bien.

Quiero gritar con todas mis fuerzas. Lleno mis pulmones con aire, pero nada sale.

Lo intento de nuevo.

Nada.

- Calmate.

Conozco esa voz. Es Marbeth.

Me sacuden, sigo sintiendo demasiado calor.

De repente abro los ojos y me encuentro mirando los negros ojos de Marbeth.

- Mi niña, estas empapada en sudor.

- Yo... yo

- Tranquila-. Marbeth me mira como si esto fuera lo más normal del mundo.- Solo tuviste una pesadilla, te traeré agua.

Se levanta y me deja sola en la habitación. La verdad es que quiero gritarle que no me deje aquí sola, pero se que no puedo hacer algo así.

En Diinlev tomamos una agua especial antes de dormir, nos permite relajarnos completamente de noche y descanzar de forma verdadera. Tambien nos previene de pesadillas. Sin embargo, una vez tuve una.

Fue lo más aterrador que allá vivido, hasta ahora supongo.

Marbeth llega con un vaso con agua, me lo entrega y tengo la precaución de tomarmelo poco a poco, mientras voy controlando mi respiración, con el fin de bajar mi pulso.

Cuando ya estoy más estable, le doy las gracias a Marbeth.

- Disculpa que te haya despertado.

-No hay problema linda, es normal que tengas pesadillas, estabas muy cansada.

Me limito a asentir por que no se que decir.

- Lamento tener que decir esto, pero tendras que dromir en el carromato, de camino, por que ya es hora de partir.

Tanto trabajar para controlar mi pulso y ella me acelera con esa sola frase.

Vuelvo a asentir. Realmente no queria dormir, no si corró el riesgo de volver a despertar gritando.

Me levanto y me alisto rapidamente. Cuando salgo veo que Gus ya está listo.

- ¿Estas lista, preciosa?-. Me dice en tono paternal.

- Si.

- Bien, Mar te entregará algo para el camino, yo te esperaré en el carromato.

-Oh, esta bien-.

Lo que Marbeth me entrega es una cesta con pan, mermelada, manteca y algo de fruta. El pan sigue tibio.

- Gracias por todo, Marbeth.

-Tonterñias, ha sido un placer tener tu compañia, aunque no haya sido mucha-. Hace una pausa y me mira detenidamente. Me doy cuenta que ella esta viendo más allá de mi físico, esta viendo mi alma.- Se que estas atravezando algo que te preocupa, quiero que sepas que puedes contar con nosotros, eniendes?. Si vuelves a pasar por aquí, visitanos o por lo menos escribe si tienes noticias, ¿esta bien?.

- Esta bien.

Es un sentimiento tan extraño. Ella no me conoce, pero me ha abierto las puertas de su casa y esta mañana fue extremadamente gentil cuando yo me encontraba en panico.

En Diinlev siempre eramos coordiales las unas con las otras, pero por alguna razón esperaba que todos en el exterior fueran lo contrario.

Gus me ayuda a acomodarme en la en la parte de atrás del carromato y me cubre con algunas cosas.

- Llegaremos pronto, muñeca-. Dice en voz tranquila.- Solo recuerda que debes guardar el mayor silencio posible.

- Gracias Gus.

Este iba a ser un largo viaje.
Un largo viaje rumbo a mi libertad.
O algo así.

HealerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora