CAPÍTULO 51

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*Recomiendo escuchar la canción que he puesto en multimedia en la última escena del capítulo*.


Pasamos gran parte del día con Hikari quien nos explica los detalles más importantes de los Árboles de vida. Por la mañana, cuando salimos al exterior, me acerqué a la vegetación dispuesta a encontrar alguna diferencia visible entre unos árboles y otros. Tal y como ella nos había explicado, lo más evidente era su luminiscencia y a la luz del día era totalmente imposible diferenciarlos.

—Os prepararé esquejes, semillas, algunos compuestos y la información de la modificación genética. Con todo esto, será fácil que las urbes puedan comenzar a desarrollar sus propios árboles. Además —nos explica—, también os daré semillas de plantas más resistentes a condiciones adversas, para que sea más sencillo comenzar a crear una zona de vegetación en el exterior.

—Oyéndote parece pan comido —confieso.

—Bueno, pensad que os estoy dando gran parte del trabajo hecho —argumenta, esbozando una enorme sonrisa.

Justo en ese momento, Eren aparece por la puerta del laboratorio, dispuesto a llevarnos de vuelta a la cumbre de la montaña.

—¿Estáis listos?

—Sí, aprovechábamos para saber un poco más —comenta Caleb—, pero estamos deseando regresar con el resto. Hay tanto que contar...

Eren asiente y sale al exterior, dándonos tiempo para que nos despidamos de Hikari.

—Cuando volvamos, será con el resto del grupo —le informo—. ¡Y te aseguro que son igual de curiosos que nosotros!

La chica no parece asustada.

—Me encantará hablar con ellos. Disfruto con lo que hago, así que podría estar explicando cómo funcionan los árboles horas y horas.

Al salir, descubrimos que Eren se ha agenciado un vehículo y lo prefiero, aunque Caleb sea buen conductor, no soy muy amiga de las motos. Nos subimos al todoterreno y no más arrancar, aprovecha el trayecto para interrogarnos.

El viaje se nos hace muy corto ya que, nos hemos entretenido contándole todo lo que ha ocurrido desde ayer. Parece mentira que en dos escasos días, hayamos descubierto tantas cosas.

Después de dejar el vehículo junto a la brecha de la montaña, atravesamos el pasadizo hasta encontrarnos de nuevo en la comunidad de Eren. Ya está oscureciendo por lo que, apenas nos cruzamos a un par de personas hasta llegar a su casa.

Cuando entro, Jamie me intercepta al instante y me saca de nuevo al exterior.

—Pero, ¿qué te pasa? —le pregunto alarmada.

—¡Es Neo! Está peor...

Me tambaleo ligeramente al escucharle.

—No puede ser —exclamo con desesperación—. ¿Dónde está?

Intento apartarle de la puerta, sin embargo, Jamie me detiene.

—¡No está aquí! —sujeta mis brazos para que preste atención a sus palabras—. Vamos, te llevaré con él.

Ni siquiera pienso en el resto, doy la vuelta y regreso sobre mis pasos, siguiendo a Jamie de cerca.

—¿A dónde vamos?

—Le instalamos en una de las casas individuales que están vacías para que estuviera más cómodo.

Le escucho pero todo lo que dice me parece tan irreal...

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