Contra barreras y demonios [todoroki x tu]

Capitulo 29

-dicen que nuestra categoría es la más interesante y que en especial nosotros somos los más esperados- cierto, por lo de los villanos querrán ver nuestras capacidades.

-ahhh, que loco, oye kiri, tengo que ir al baño, adelántate-le dije mientras yo iba, este me gritaba " adiooooooos "

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Mientras caminaba intentaba respirar profundo para no gritar como una loca, ya me ha pasado y no quiero que se repita aquella escena vergonzosa para cualquier espectador. Al llegar al baño hago mis necesidades y salgo de aquel lugar bastante limpio.

En el camino hacia el salón veo a Todoroki, no sé por qué extraña razón me sonrojé bastante al verlo, caminé rápido pero este me ganó, no se como, se supone que yo soy la veloz.

-¿Preparada? -Decía este a mi costado.

-si, pero nerviosa-le dije dando una risa nerviosa.

-lindo corte- me dijo bastante cerca de mi oído dándome escalofríos.

-g-grcaias, mi hermana me obligó a un hacérmelo hace una semana pero admito que es más fácil correr con el pelo corto- dije riéndome y tratando de no tartamudear cosa que  medio logré, A lo lejos veo una rubia que todos amamos y obvio corrí para abrazarlo como siempre.

-¡Histérica, hermosa de mi corazón! -Le gritaba mientras ya estabamos abrazados y el me giraba en el aire.

-no soy histérico pero si hermoso- comentaba alagándose y bajándome del abrazo.

-si ajá, y yo soy Batman-le dije cruzando mis brazos.

-un gusto Batman, soy el número uno- mientras me reía por sus estupideces vi como Todoroki se iba al salón ¿enojado?

-tengo que hablar de algo importante contigo, es sobre mi enfermedad- comenté seria.

-está bien pero después, no quiero que te pongas triste como el  mitad mitad ese-me reí por su comentario.

-creo que estas cariñoso hoy día, me extrañabas- le dije despeinándole el cabello.

-¡No te necesitamos mierda corta tobillos! ¡Deja mi hermosura!-y volvimos con los tobillos, pensé que habíamos pasado esa etapa.

-y ahí está mi rubia explosiva, bueno, voy a entrar- me alejé de el para entrar al salón y ver a Mina la cual me abrasa con mucho cariño.

-¡Hace años que no te veía, estas iguale y te cortaste el pelo! -Gritaba en mi oído sin separarnos del abrazo.

-solo fueron dos semanas y ¡no me grites en el oído! -le grité en su oído.

Esta se reía y antes de seguir hablando nos dijeron que teníamos que ir a los vestidores para cambiarnos de uniforme. En el vestidor éramos chicas por un lado y chicos por otro, lo malo es que nos separaba una pequeña cortina, por suerte habían unas duchas más lejos donde ahí estábamos escondidas de Mineta.