Contra barreras y demonios [todoroki x tu]

Capituolo 37

Al abrir la puerta veo que Aisawa aún no llegaba cosa que no me sorprendía, me di cuenta que estaba mi gato durmiendo en el sillón muy cómodamente, me sorprendió verlo ahí que hace varios días que no veía por la casa porque no comía de su comida y obviamente no lo veía

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-así que decidiste volver..... me alegro- le dije para acariciarle la cabeza e irme al cuarto, tengo que pensar en un nombre para él o ella, aún no lo sé.

Me fui a mi cuarto y me saqué la ropa para meterme a la ducha relajante, decidí llenar la bañera así poder descansar un rato, me quejé al sentir el agua en mis heridas aún no estaban curadas pero tenía que aguantarme el ardor.

Estuve ahí como 15 minutos y salí para ponerme mis vendas más el pijama y dormirme. Me sentía realmente cansada, cuando me recosté por completo pude serrar los ojos con tranquilidad.

Por otro lado estaba hecha mierda total pero era lo que había decidido, más o menos. Cuando estaba al borde de dormirme la maldita voz regresó ¿¡¿Acaso ya no puedo estar tranquila?!?

«Anda a buscar un pan, tengo hambre»

Era verdad tenía hambre,
pero no quería levantarme, quería dormir un poco o estar tranquila-no quiero, ahora déjame dormir-esta se enojó y no sé cómo me gritó hasta el punto que me dolieran los tímpanos.

«¡Si quieres que haga todo lo que quieras por ultimo aliméntame!»

Maldije internamente pero al parecer lo que pienso ella no lo escucha porque no reclamó por la gran ofensa que había pensado de ella -no escuchas lo que pienso? -Esta se rió de mala gana.

«Ahhh, no. No puedo al igual que tú no puedes escuchar lo que pienso, cuando estás despierta de la única forma que podemos comunicarnos es que hables en voz alta aunque sea muy bajo lograré escucharlo»

Me sorprendió bastante ese dato, era muy interesante, podría maldecirla todo lo que quisiera y no lo escucharía. Esto es bueno, finalmente decidí levantarme para alimentarme ya que en verdad estaba muriendo de hambre, creo que es un poco de ayuda que esté aquí. Solo un poco.

-¿Qué pasa si quiero silenciarte? -Le pregunté mientras abría el refrigerador para ver qué podía hacerme.

«Te tienes que aguantar, no puedes silenciarme, lo único que puede pasar es que yo no quiero ver lo que haces así que me puedo meter un rincón de tu cabeza»

Uhhhhhhh, eso es muy interesante, creo que esta cosa de ser dos es bastante divertido, me siento Jesús o una de esas mierdas religiosas, tal vez en un examen puede ayudarme en, o en una batalla, pero aún debo saber sobre estos poderes.

-¿Cómo es que sabes tanto al respecto? -Quise preguntarle mientras sacaba unos huevos para hacer un homellet.

«Los días que aún no despertaba tu poder yo estuve investigando qué era lo que podía hacer y lo que no»

-¿Tú puedes tomar mi lugar? Creo que en un momento de la batalla contra Todoroki lo hiciste pero no recuerdo mucho, pasaron demasiadas cosas- dije para empezar a hacer la mezcla deliciosa.

«Si, aún no se bien como,pero puedo, recuerda que sigo siendo tu solo que un poco distinta»

Me reí al escuchar lo que dijo al igual que ella, era extraña esta situación pero realmente cómica, a los minutos veo como llega Aisawa bastante cansado, fue a saludarme, pero no sin antes ver feo al gato durmiendo en el sillón.