Capítulo VIII(1)

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La excitación de Hongjoong penetraba todos los sentidos de Seonghwa por alguna extraña razón, incluso podía sentir su dolor y quería lamer como si fuera una herida para que no escociera.

Su lobo estaba agitado, su parte humana estaba llena de orgullo.

Hongjoong lo había alejado una y otra vez gritandole que le trajera a Mingi y Seonghwa en ese momento decidió levantarse de la tina, salió de ese baño enojado.

Estaba siendo rechazado como hombre, peor aún como alfa, entro a la habitación, se sento en la cama agarrándose la cabeza en desesperación, no podía ir por Mingi para que pasará el celo con ese omega, primero muerto antes que dejar morir su orgullo alfa y mucho menos con aquel.

Respiró hondo intentando tranquilizarse y pensar que debía hacer, Mingi dijo que debía darle la razón a Hongjoong en todo, ¿a que se refería? ¿acaso debía dejarlo padeciendo el celo cuando dijo que no quería pasarlo con él o debía hacerle caso en ir por Mingi?

No, definitivamente la segunda opción, ni si quiera era algo a considerar, entonces lo dejaría padecerlo.

Si, su orgullo humano podía con él, pero había algo aun más fuerte.

Su lobo en su pecho estaba sufriendo y arañando todo por ir a consolar a ese omega, pero no hizo nada, se quedo ahí sentado en la cama escuchando el lloriqueo del omega.

Comenzó a apestar la habitación a preocupación, a posesividad, quería cuidarlo y no podía, así que se quedo ahí esperando a la nada porque no sabía que jodidos hacer.

El lloriqueo en el baño se dejo de escuchar y el lobo de Seonghwa levantó las orejas para escuchar que pasaba, ¿porqué no se escuchaba?

Y entonces el chirrido de la puerta de madera siendo ligeramente empujada se escucho, Seonghwa giro la cabeza y vio lo que al parecer su lobo le rogaba, por un momento lo comprendió, era precioso.

Estaba parado agarrado a la manija de aquella puerta y tenía las mejillas demasiado rojas, el mullet le caía por el cuello y tenía un ligero sudor que recorría hasta su cuello hundiendose en el contorno ancho de aquel sueter negro que le dejaba a la vista las clavículas blancas, una de ellas con una marca rojiza que hizo vibrar el pecho del alfa.

El suéter le llegaba apenas más abajo del regazo dejandole las piernas lechosas a su vista, había apretado una rodilla contra la otra y sus pies descalzos curveaban los dedos.

Podía oler su celo y sentir su dolor, su lobo se deshacía completo ante la vista, no fue hasta que el omega se agarró más fuerte a la puerta doblandose por una ola de dolor que el alfa se levantó rodeando la cama acercándose a él, abriendo aún más los ojos como si quisiera verificar que estuviera bien.

Le puso la mano en la espalda pero el omega gritó se agachó por completo quedando con la mano estirada hacia arriba sin soltarse de la manija.

—¡No! —le gritó con dolor y el alfa tuvo que dar tres pasos hacia atras, sentandose nuevamente en la orilla de la cama, esta vez viendolo de frente, no sabía que hacer pero estaba haciendo lo que el pelirrojo le había dicho.

Hongjoong levantó la vista mirándolo, tenía los ojos llorosos y las pupilas dilatadas, su piel estaba aun más roja y Seonghwa penso que se estaba ahogando.

—Respira —le habló fuerte, sin tacto alguno, sin consideración para un omega débil y en celo, y justo por eso Hongjoong decidió obedecer.

No lo estaba tratando como un omega pequeño y débil en celo, claro que lo era pero jamás aceptaría su condición cuando se expresaba al máximo.

~D E S I R E~  [SEONGJOONG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora