Capítulo Tres - Chico Polilla

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Cuando entro en la siguiente habitación me aseguro de exclamar fuerte y claro “Servicio de limpieza” así en caso de que haya alguien adentro, puedo irme inmediatamente. También cuelgo algo de la perilla de la puerta y oro para que nadie venga y me encuentre limpiando el lavabo otra vez. Esta habitación no me hace querer llorar. Es sucia pero no parece como si un tornado tuvo una fiesta dentro, así que estoy bien. Comienzo haciendo la cama y recogiendo la ropa y doblándola. Estoy en la mitad de mi tarea cuando la puerta del baño se abre y maldigo a los siete círculos del infierno por mi suerte.

¿En serio? ¿Debe de haber otro cantante en la habitación? Por lo menos este no me encontró limpiando el baño.

Levanto la vista y me encuentro con el chico rizado, Harry, saliendo del baño con sus rulos botando agua y solo con una toalla envuelta alrededor de su cintura.

Bien, déjenme dejar esto claro. El chico es sexy, nadie puede negar eso, y las gotas deslizándose lentamente por su cuerpo no se ven mal en él. Tiene todos sus músculos definidos y en cualquier otra situación hubiera comenzado a babear, pero este chico está cubierto de tatuajes. No me malinterpreten, pienso que los tatuajes son increíbles y algunos hombres se ven todavía mejor con algunos,  pero este chico no se ve como un hombre de tatuajes, este se ve como si un bebé tomó un marcador y comenzó a garabatear en él.

— ¡Oh, hola!— dice con una gran sonrisa que comienza a tornarse arrogante cuando se da cuenta que veo su cuerpo medio desnudo. — ¿Te gusta lo que ves?

Y ahí es cuando no puedo más. No puedo soportarlo. Juro que trato pero esto es más grande que yo. Estallo en risas ahí mismo, en su cara. Juro que tengo modales y esto no es normal en mí, pero este chico… No puedo. Solamente no puedo. Alguien sálveme.

—Tienes una polilla en tu estómago— suelto, aún riendo, cubriendo mi boca así puedo controlar el ataque de risa.

Él parece haberse quedado de piedra y luego mira a su torso. —Es una mariposa—, aclara y río aún más fuerte. Se ve tan impactado que no puede estar ofendido.

—Eso no lo hace mejor ¡Oh mi Dios!— exclamo aún riendo como hiena. El muchacho tiene un increíble cuerpo y es bastante sexy, pero ese tatuaje –ese entre todos los otros garabatos– es la mayor decepción si me preguntan. —Es una muy mala mariposa porque se ve como una polilla para mí.

Él parpadea sorprendido y yo trato de mirar a otro lado pero la polilla me llama. No puedo pararlo. Está en la mitad de su torso. No puedes ignorarla, ¡Por el amor de Dios! Y es grande ¡muy grande!

—No es lindo reírse de los tatuajes de los demás— él hace una mueca y yo presiono mis labios fuertemente, tratando de recobrar la compostura. Miro en otra dirección porque si veo la polilla nuevamente terminaré llorando.

—Lo siento pero esos no se ven como tatuajes. Al menos no todos ellos. ¿Estás seguro que no es marcador?— Oh Dios, no debería de estar diciendo estas cosas.

—Reconozco que algunos de ellos son tontos pero yo… Bueno.

—Lo siento— digo pero aún no puedo verlo a los ojos y aún trato de no reír. —En verdad lo siento, por favor no le digas a Rhonda sobre esto—, le digo porque si reporta mi comportamiento me meteré en muchos problemas. —Estoy bastante apenada.

Veo por el rabillo de mi ojo y puedo ver como su sonrisa vuelve a sus labios.

—Soy Harry— dice dando un paso cerca pero yo doy uno para atrás.

—Ella, y deberías ponerte una camisa o algo así puedo verte otra vez sin tener que estallar en carcajadas— sugiero y él ríe.

Estoy impresionada que no esté enojado conmigo por reírme en su cara. Se que muchas celebridades son bastante sensibles sobre sus apariencias y apuesto a que nadie más en este centro hubiera reaccionado de esa manera. Él debe de ser un comprensivo y relajado muchacho. ¡10 puntos para Hufflepuff!

Llámame Ella [Traducción/Con Niall Horan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora