Capítulo 14 - Corazones rotos

16K 2.5K 935
                                    

Seokjin

Sus dedos acariciaron mi mejilla y escalaron hasta mi alborotado cabello, donde sostuvo entre sus dedos la hoja roja y otoñal. Mi mejilla ardió por su toque y apoyé con vergüenza mis manos en su amplio pecho para levantarme

—‘’No’’— Sonrió y ejerció fuerza sobre mi cintura, forzándome a permanecer junto a él en aquel bosque de otoño.

—‘’Dong-Yul…’’— Suspiré y con sorpresa temblé al sentir sus dedos sobre mis labios, recorriéndolos con suavidad y delicadeza.—‘’ ¿Qué estás haciendo aquí?’’

—‘’Buscándote’’— Respondió y en trance sentí su mano viajar hasta mi nuca y guiarme hacía su rostro. Mi nariz rozó la suya y se acariciaron con cariño

Yo estaba demasiado sorprendido y extasiado como para analizar la situación.

¿Cuantas veces lo había deseado? ¿Cuantas veces había soñado con sus caricias? ¿Con el amor de mi mejor amigo?

—‘’¿Por qué?’’—Observé sus ojos y aprecie las pequeñas motas azules, escondidas en su tono gris. —‘’¿Por qué haces esto?’’

—‘’Porque ambos estamos rotos’’

Y me besó

Sus labios se movieron al compas de los míos y mi beta reconoció su sabor, aquel que habíamos compartido tantas veces. Podía sentir que mi beta lo había amado tanto que simplemente estábamos extasiados con su presencia a pesar de tener un destinado

Un destinado que coqueteaba con la camarera omega

Omega

Siempre tenía que haber un omega presente y listo para herirme.

Listo para ser escogido sobre mí,  recordándome que nadie me había considerado como la primera opción

Y quizás fué por eso que mi herido corazón recibió sin quejas el beso que me entregaba tan libremente mi eterno amor. Mi mejor amigo, de quien siempre estuve enamorado

Dong-Yul terminó el beso suavemente y luego se inclinó hacia mi cuello, inhalando profundamente y sintiéndose calmado de inmediato —‘’Me hiciste mucha falta’’—Su ronca voz me envió escalofríos y jadee sin poder evitarlo

—‘’Esto está mal’’

—‘’No’’—Dong-Yul me dió otro beso y nuestras lenguas juguetearon hasta hacerme apretar los dedos en su camisa.

Por Dios, el rey me estaba besando, mi amigo, mi alfa…

Un momento ¿Mi alfa? ¿Yo podía tener un alfa? ¿Qué pasaba con Namjoon? Y maldición, mi corazón herido me guió, me nublo los pensamientos y las dudas y me entregue sin rechistar.

Las manos de Dong-Yul se colaron por debajo de mi camisa y apretaron estratégicamente las zonas sensibles de mi espalda.

No sentí cosquillas

No sentí las mismas cosquillas que me provocaba el olor de pino y canela de ese alfa idiota que gobernaba mis pensamientos

Pero no quise depender de ello, no quise dejarlo hacerme esto, no ahora que Dong-Yul me estaba besando. Así que con valentía me separe de sus labios y dejando a mis colmillos crecer levemente, roze y acaricié con ellos el cuello del rey.

Dong-Yul gruñó y me giró en un movimiento rápido. Sus ojos escanearon mi rostro, mi cabello alborotado y los tatuajes de mi cuello que coloreaban mi blanca piel.

Un beta Impertinente - [Namjin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora