Rescate (Yaoi/BL)

Cap. 7

–Lo siento –Se disculpó la voz de Paris consiguiendo que intentara abrir los ojos.

Ya no estaba la chupa sangre, no la olía.

–Te tiré del pelo sin pensar para que soltaras a Noah, lo siento mucho –Insistió en su disculpa consiguiendo que levantara la vista hasta él.

Aún estaban los guardias que me habían atado y encerrado.

Al ver que acercaba la mano le bufé con miedo.

Esta vez si me castigaría.

Pero aún así él no retrocedió, así que yo tampoco saliendo de mi posición de bola y volviendo a dar patadas a la jaula y amenazar con las uñas y dientes.

Aunque tuviera las manos atadas aún podía atacar.

–No debería sacarlo de ahí! –Advirtió uno de los guardias con miedo.

–Es por vuestra culpa que esta así –Respondió con calma abriendo la puerta de la jaula.

Estaba... calmado?

Pero su expresión era muy sería... era una trampa.

–Venga, sal, volvemos a casa –Pidió insinuando que iba a meter la mano.

–No! –Le grité acorralandome a mi mismo al otro lado de la jaula.

Me iba a castigar... definitivamente me iba a castigar.

–Venga –Insistió metiendo la mano como había insinuado–. No te voy a castigar.

Traté de patearlo para evitar que intentara agarrarme, pero evitó mi golpe y sin dudar se metió entero en la jaula.

Su mano iba tan confiada hacia mi mientras sentía que mi corazón iba a salir disparado de mi pecho por el miedo.

Y volví a atacarle dejando mis uñas marcadas en el dorso de su mano.

Le había vuelto a hacer daño.

–De que tienes miedo? No te voy a hacer daño –Dudó manteniendo su tono relajado aún mientras su mano sangraba ligeramente.

–Mientes –Respondí casi en un sollozo.

Sintiendo a su mano tocar mi mejilla con mucho cuidado pero sin temblar ni con miedo comencé a sentir las lágrimas brotar sin control.

–Por que crees que miento? –Preguntó con calma aún manteniendo esa expresión tan sería.

Había estado guardando las ganas de llorar demasiado tiempo.

–No sonríes... y te he hecho daño... y a él... lo siento... él fue horrible... pero no debería haberle mordido –Respondí entre sollozos sintiendo que ya no tenía hueco al que huir mientras Paris se pegaba más a mi.

–Quieres que sonría? –Dudó pasando su otra mano por mi otra mejilla secando un poco mis lágrimas.

Asentí con la cabeza al mismo tiempo que agarraba su mano herida y comenzaba a lamerla.

Le había hecho mucho daño... ahora y antes... al final me terminaría castigando.

–Entonces volvamos a casa, si? –Respondió antes de dejar un beso en mi frente mientras pasaba su mano libre al rededor de mi cintura–. Es muy tarde.

Esta vez ni me planteé evitar que me sacara de la jaula, solo me dejé llevar hasta que ya estaba fuera con la mirada de todos puesta sobre nosotros.

–Deja que te cure esas heridas antes de irte –Pidió Alizon mientras yo aún era incapaz de dejar de llorar agarrado a Paris.

–Solo son unos arañazos –Le quitó importancia al mismo tiempo que liberaba mis manos.