Dix-sept.

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Suspiró y escondió su rostro en las manos... No quería dejar al amor de su vida pero... Prefería estar lejos de ella y que siguiera con vida a  seguir a su lado y que muriera.

Sass y Tikki se acercaron para abrazarlo. Ellos intercambiaban miradas y a la vez, miraban al chico angustiado por tratar de pensar en una solución para que beneficiara a todos.

Una mano mojada se posó en su espalda lo que lo hizo sobresaltar. Marinette, envuelta con una toalla lo miraba con ternura.

—Esperaré arriba para que puedas vestirte tranquila...

Se levantó pero ella lo abrazó por la espalda. Él le sujetó una mano con fuerza mientras que cerraba los ojos.

—No me molesta tenerte aquí...

—Haces que... Sea todo tan difícil...—Luka volvió a sentarse y Marinette hizo lo mismo—Debo alejarme... No quiero que mueras... No quiero qu-

Marinette le tapó la boca con su mano.

—Ya lo tengo claro, estás como una grabadora.

—Entonces ¿por qué sigues?.

—Porque no podría vivir tranquila sabiendo que tú no eres feliz, no podría estar viva si nunca más te podría ver, no sería feliz...

—Eres joven... Vendrán más amores.

—¡Pero yo no quiero más amores!—Marinette se levantó y le sujetó el rostro a su amado—Te quiero a ti, maldición, Luka.

Luka le apartó el rostro y dió un largo suspiro.

—Te amo, maldición, Luka Couffaine, te amo, te amo.

Ella dió una vuelta y lo volvió a sujetar del rostro —¿Por qué lo haces difícil? Tú lo haces difícil.
Yo no temo morir, es natural ¿que más da si se adelanta? ¿que importa si muero con 18 años o con 100? Cada segundo quiero estar contigo ¡Y TÚ LO ÚNICO QUE QUIERES ES ALEJARME! Estaré junto a ti, pase lo que pase, los errores del pasado ya no se pueden borrar pero tampoco debes resignarte a ellos... No me hagas conseguir un GPS y ponértelo en el tobillo porque si es necesario, lo haré.

Apartó las manos y Luka quedó sin palabras, mirándola fijamente. Jamás había visto a Marinette ponerse roja de rabia. No supo que responder y sólo suspiró.

—Soy Ladybug, soy una superhéroe que puede encargarse de las situaciones, siempre recuerda que jamás te dejaré solo, ahora vete de mi habitación que quiero colocarme ropa.

Así Luka obedeció. Se sentó en el sillón cuando apareció Sabine.

—¿Qué fueron todos esos gritos?. —Preguntó preocupada.

—Una pequeña discusión, señora... Lo lamento...

—No debes disculparte pero de seguro fue algo grave, Marinette no grita de esa forma...

Luka no quiso seguir hablando y Sabine captó eso, así que le preparó un té y se fue a su habitación.

El chico miraba la taza. Estaba perdido, su mente corría a mil por hora y la culpa lo comía vivo...  Movió la cabeza de un lado a otro y tomó un sorbo del té. Esperando a Marinette, comenzó a jugar con su anillo.

—¿Vamos?.

—¿Don...de?.

Mari llevaba una polera rosa ajustada y una falda blanca con flores.

—T-te ves, bonita... Pero pero ¿donde iremos?.

—Eeeh ¿a una cita?.

—Pero si no te he in-

Oh l'amour... Je t'aime Donde viven las historias. Descúbrelo ahora