Hoy me he levantado con una sensación extraña, una sensación que hace mucho que no tenía…como si supiese que algo raro iba a suceder a lo largo del día.
Al llegar al instituto, esa sensación se intensificó pero tiene gracia, aún creció más al ver a Senya. No sé, simplemente no le di importancia, aunque la última vez que me sentí así…da igual.
-Buenos días friki.- Fue lo primero que dijo dirigiéndose a mí al entrar en clase, y acto seguido me abrazó. Confieso que ese abrazo me reconfortó tanto que, esa sensación extraña desapareció por completo. Aunque volvió a aparecer a cuarta hora, en plástica. Normalmente, y me fío por lo que vi el día anterior, está muy atenta en esa clase, con ganas de trabajar en las láminas o de hacer dibujos…pero ese día estaba distraída:- ¿Estás bien? Senya…- no me respondió, siempre me respondía, con una palabra, un gesto, una sonrisa…su sonrisa, siempre me hace suspirar. Aunque bueno, realmente no es una sonrisa como tal, de echo, su gesto más característico es ese; siempre sonríe con los ojos, con la boca sólo a medias. Aunque después está el gesto que hace cuando no quiere decir gracias con palabras, pone los ojos en blanco para después hacerlos rodar y te sonríe.
-Senya, en serio estás bien?-Ah sí…es que…sí.- Mentía, y era evidente que mentía porque cada vez que Senya miente empieza a mover la nariz cual conejo y, sólo cuando es consciente de ello, para intentar disimularlo empieza a rascarse la nariz, es súper mona. -Admítelo, te pasa algo. Vamos…cuéntame lo que es.- Sonó más a súplica que a cuando usas ese tono para picar a una persona.
-Bueno, es que…no sé simplemente he dormido mal, no tiene importancia así que ni te rayes
-Pero, ¿por qué no has dormido bien? Tal vez…pueda ayudarte
-No creo, pero gracias.- Me sonrió, era una sonrisa débil, pero suficiente para saber que estaba bien.