Dios, no sé qué me ha pasado hoy, pero estoy harta, esta es la gota que ha colmado el vaso y ya no hay nada ni nadie que me haga detenerme ni cambiar de opinión, hoy es el día: le voy a contar a Senya la verdad y me da igual si me toma por loca, tengo que saber si está teniendo sueños. Quiero dejar claro que todo esto lo hago porque tengo un mal presentimiento, y quiero aclarar también que con mal presentimiento me refiero a que estoy harta de tener sueños en los que sale Senya y no saber lo que significan.
Por ejemplo el de hoy: Estábamos todos en el instituto de tranquis, incluido David, el hermano de Breno el cual…no está nada mal, pero no me voy a centrar en eso. Estábamos en un cambio de clase y, claro, el profesor no había llegado aún. Se apaga la luz, y todos exceptuando a Senya, desaparecen, se esfuman, se evaporan…y Senya y yo estamos solas, seguimos en clase, lo sé porque aún están las sillas y los pupitres, pero puedo notar que la clase está diferente, como si…fuera otro sitio. En ese instante, no doy crédito de lo que veo, Senya y yo seguimos juntas, pero ella está como ausente, quiero decir, como si estuviera…dormida, pero eso no es lo que más me impacta, lo que más me alarma es que ella está consciente de todo, está hablando con una persona, pero no logro saber quién es, es como si estuviera metida en su sueño pero como si no estuviera viendo lo mismo que ella, he leído por algún lado de Internet que es posible entrar en los sueños de otros, pero que normalmente ves y oyes lo mismo que esas personas, pero no logro divisar con quién está hablando Senya. Me acerco para intentar que la imagen sea más clara, para intentar que la imagen del chico con el que Senya está hablando no sea borrosa, pero, es curioso, según me voy acercando a mi amiga, tanto ella como el hombre con el que habla se vuelven más borrosos, para terminar por convertirse en dos puntos de luz rodeados de oscuridad. No veo nada más a mi alrededor, mire donde mire, solo veo oscuridad. No sé por qué, pero los dos únicos puntos de luz, ahora convertidos en siluetas humanas, sé con certeza que son Senya y…no, no puede ser él, no creo que él también pueda…sería un disparate, así que desecho esa idea de mi cabeza. Estoy justo detrás de Senya, y en el momento en el que estoy justo ahí, hay un silencio eterno, nadie habla, nada sucede, se me corta la respiración, y por instinto miro mis pies. No te alarmes, no te pongas nerviosa…¡mis pies no tocan el suelo!Qué me está pasando, son unos segundos, pero se me corta la respiración, que no cunda el pánico, trato de relajarme pero de repente todo se desvanece, ahora estoy en otro sitio, estoy segura de eso.
Lo pasé fatal durante el sueño, y al despertarme me quedé el resto de la noche sin dormir, dándole vueltas y vueltas a lo que había pasado, lo que había visto, lo que había soñado…definitivamente hoy es el día, se lo voy a preguntar.
Llego a clase y, como siempre, Dani ya está dentro, no sé cómo narices lo hace para llegar siempre tan pronto.
-Hola,- le saludo desanimada, pero está a otro tema, no me presta atención cosa que agradezco, hoy lo único que quiero es hablar con Senya, seguro que es todo una chorrada. Dejo mi mochila en mi sitio, justo delante de Dani y Senya, y me siento en la mesa. Pasados cinco minutos, Dani por fin se da cuenta de que he llegado:
-Ey, hola. ¿Cuándo has llegado?
-Hace 5 minutos, pero como estabas ocupado en algo, no he querido distraerte. Por cierto, ¿qué es lo que te tiene tan ocupado?
-Estaba haciéndole un dibujo a Senya, es su cumpleaños.
-Y has pensado que un dibujo de, no sé qué es…
-Es ella. ¿No te has dado cuenta nunca de que ella siempre está dibujándonos a todos, respetando siempre ese rasgo que nos caracteriza a todos? Pues quiero hacer lo mismo pero retratándola a ella. Fijo que no sabe que su rasgo característico son sus labios perfectos…-Otra vez con sus ensoñaciones. Me río de él.
-A veces me das miedo. Pareces un maldito acosador.
-Por favor Érika, nunca me he colado en su habitación por las noches, solo la observo desde la casa de enfrente.- Nos reímos, sé que Dani está ilusionado con ella, pero creo que ante Breno no tiene ninguna posibilidad.
-Sinceramente…si fuera tú no me haría muchas ilusiones, se la ve muy a gusto con Breno.
-Lo sé, pero no pierdo nada por seguir mi instinto, por una vez…
-Dani siguiendo a su instinto en vez de a su cerebro, madre mía, esa chica sí que es buena.- Dani se ríe, pero me mira raro, creo que se ha dado cuenta de que algo me pasa. -Oye Érika, ¿estás bien? Te noto menos sarcástica de lo normal…- De repente el sueño se me viene a la cabeza y me pongo nerviosa, justo en el momento indicado: Senya acaba de entrar por la puerta.
-Sí, estoy bien, solo que he dormido mal, nada más.
-Estoy de esa excusa…- Me encantaría contárselo a Dani, pero él es mucho más ajeno al tema que yo y, aunque parezca increíble, prefiero que siga siendo así.
-Buenos días gentuza.
-¡Felicidades!- Gritamos Dani y yo al mismo tiempo, dejándola sorprendida.