For you I knew the love and the meaning of protecting others.

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(Narra Kris)

Contrólate, Kris… ¿Qué acabas de hacer? ¿Contrataste a un chico después de besarlo y darle un cuarto para que él y su familia vengan a vivir? ¡¿QUÉ TE OCURRE?! ¿Acaso no pensaste que esto podría ser peligroso y él se podría aprovechar de ti? Pero no se veía mala persona… Y, maldita sea, no sé ni por qué lo besé. Fue por instinto o algo así…

-   Joven Wu, ¿desea cenar?

-  ¿Qué preparaste?

-  Algunos gnoccis y lasaña.

-    Ah… no, gracias.

- ¿Alguna merienda entonces?

-Tampoco. Gracias, Estela.

- Entonces me retiro. Con su permiso, joven Wu.

-Ah, Estela.

-¿Sí?

-  Prepara el cuarto de huéspedes de este pasillo con una cama matrimonial y otros muebles que hacen falta.

-¿Vendrá algún invitado?

- Yo diría que es más como un inquilino…

-Oh, entiendo. ¿Cama matrimonial, cómoda, tocador, ropero y un escritorio están bien?

- Sí.

-En seguida.

-Otra cosa, Estela.

-Dígame.

-Quien se va a hospedar es un chico, casi del mismo tamaño que yo. Vendrá mañana, así que te encargo que le muestres su cuarto.

- Entendido.

Estela salió de mi cuarto y yo me recosté en mi cama para meditar sobre todas las cosas que había hecho ese día. Aún no puedo creer que haya hecho todo esto… Esperen… ¡Eso es! ¡Amber! ¡Toda la culpa la tiene Amber! Si ella no me hubiera dicho su tonta broma no estaría sufriendo de esta gran incertidumbre. Sin preámbulos, llamé a la culpable.

- ¿Qué? –me contestó.

- Me las vas a pagar.

-¿¡Y ahora qué hice?!

- Gracias a ti, he contratado a un chico desconocido.

- ¿Al alto con ojeras?

-Ese mismo. Espera, ¿ojeras?

-Sí, ¿no las viste? Tenía unas muy grandes.

-Deja de criticar.

-No estoy criticando. Simplemente lo observé detenidamente.

- Ajá.

-Bueno, ¿y qué hiciste?

-Olvídalo, no puedo contarte así. Mañana te digo.

-Está bien… Nos vemos mañana.

Me recosté en mi cama y no tardé nada en dormir. Después de todo, al siguiente día iba a tener muchas cosas en qué pensar.

En la mañana me desperté antes de que me avisara mi alarma. Fui a darme un largo baño de agua fría y salí para ponerme un traje negro opaco. Bajé al comedor y ya estaba el desayuno preparado, por lo que me senté a tomarlo.

-Buenos días, joven Wu.

- Buenos días, Estela.

-  Ya he preparado las cosas que me dijo.

- ¿Ah sí? Gracias.

-Por cierto, joven Wu.

-¿Sí?