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(Narra Kris )

Salí casi corriendo de ahí y subí a mi habitación. Rápidamente, en el proceso, le hablé a Luhan y le comenté la situación en una especie de clave morse que inventamos hace mucho tiempo. Ya adentro, puse el teléfono en alta voz y cerca de ahí puse el celular para que Luhan escuchara.

— ¿Cuál es el motivo de tu llamada? –pregunté.

— ¿No puedo llamarle a mi sobrino preferido?

— Tú y yo sabemos que no.

— Vaya, tu boca ha empeorado.

— Eso no te concierne.

— Como sea… ¿Luhan está contigo?

— ¿Para qué quieres saber?

— Resulta que su vuelo llegó ya hace meses atrás, y no me lo notificó…

— Si no te lo dijo ha de ser por algo.

— Ja-ja. ¿Ahora cuentas chistes, Wu Fan? Qué gracioso.

— Tu llamada no fue a causa de Luhan, dime la verdad.

— ¿Entonces eres adivino?

— No estoy de humor para tus bromas…

— ¿Cuándo estás de humor?

— …

— Jajaja. Como sea, sólo te aviso que en una semana iré a visitarte.

— ¿POR QUÉ?

— Quiero ver cómo andas en cuanto a trabajo.

— Sí, claro…

— Además, me llevaré a Luhan de vuelta.

— ¿QUÉ?

— Sólo te causa problemas, ¿no es así?

— ¿¡Hasta cuándo dejarás de decidir cosas por él?!

— Hasta que me des la empresa.

— ¿Qué?

— Ya me oíste. Déjame la empresa y tú te quedas con tu lindo primito.

— ¡ERES UN MALDITO!

— Lo sé, y me encanta. Nos vemos en una semana, Wu Fan.

Colgó la llamada y yo no pude hacer otra cosa más que golpear el escritorio. Ese tipo me sacaba de quicio. ¿Por qué toda mi “familia” tenía que ser así de desgraciada? Traté de calmarme a mí mismo, pero mi enojo incrementaba más y más. Fue la voz de Luhan quien me hizo relajarme y pensar en otra cosa.

— Wu Fan… ¿podemos vernos? –preguntó Luhan.

— Por supuesto. ¿Estás en el departamento?

— Sí.

— Voy para allá.

Colgué y agarré una chamarra. Me la puse y salí corriendo de la casa. Me subí al auto y manejé lo más rápido posible, claro está con las respectivas precauciones. Al llegar al departamento subí lo más rápido que pude y toqué a la puerta. Luhan me abrió sin mirarme y se metió. Yo entré y cerré la puerta para dirigirme a donde estaba él sentado. Me senté frente a él y veía cómo miraba al suelo.

— Luhan.

— Ya lo pensé, Wu Fan.

— ¿Qué?

— Creo que iré con mi padre…

— ¿¡Otra vez?! ¡Deja de hacer lo que te impone!

— ¡Qué quieres que haga! ¡Me iré por ti!

For you I knew the love and the meaning of protecting others.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora