...ᘛ⁐̤ᕐᐷ34

311 33 1
                                    

(Narra Kris )

— ¿Qué es eso? –pregunté.

— N-no lo sé…

— ¿No lo sabes? –me acerqué y le arrebaté la tarjeta que traía en la mano–. ¿Xiao Mei Tian?

— K-Kris, te juro que yo no sé nada…

— Está bien… Vengo en la noche.

— Kris. Kris, por favor no te vayas así.

— Tienes razón. No me iré antes de hacer algo.

Agarré la tarjeta y la rompí con sumo desprecio. Antes de salir la aventé al piso y salí con furia. Subí a mi auto y dejé salir un suspiro largo. Lo encendí y conduje lo más rápido que pude a mi trabajo. Tardé un poco en salir de mi auto porque me dije a mí mismo que tenía que tranquilizarme. Me quedé dentro de mi auto aproximadamente un minuto para después mantener una imagen serena y dirigirme a mi oficina.

Al llegar al pasillo donde estaban mis demás empleados se sentía un aura inquietante y estresada; muy distinta a la de un día anterior. ¿Sería por la resaca? No, dudo que lo sea, porque si no, tendrían ojeras, pero en ese momento no las tenían. Definitivamente algo pasó antes de que yo llegara. Por esto, me acerqué a pasos rápidos y firmes al cubículo donde se encontraba Amber.

— ¿Qué está ocurriendo? –pregunté.

— Creo que hay alguien en tu oficina que te lo puede explicar mejor que yo…

Amber siguió haciendo sus actividades y me dejó con la curiosidad. Sin embargo, no me quise quedar con esa curiosidad mucho tiempo, así que entré lo más pronto posible a mi oficina y fue grata mi sorpresa al encontrar al causante de mi irritabilidad en la mañana. Fue pronto cuando él descubrió mi llegada y se levantó del asiento donde se le veía cómodamente sentado.

— Por fin llegas, Yi Fan.

— Ahora me siento mal por hacerte esperar –hablé con sarcasmo.

— No es algo que me afecte mucho.

— Ve al grano.

— Sólo vine a visitarte, ¿no puedo?

— Oh, ¿entonces vienes a visitarme sin alguna razón aparente? Qué honor…

— Sólo contigo –sonrió.

— Ya que no tienes una razón específica por la que estés aquí, me imagino que no me querrás decir nada, ¿cierto?

— Yo no dije eso.

— Bien, aunque no lo hayas dicho, tengo cosas qué hacer, así que por favor retírate.

— ¿”Por favor”? Este tiempo te ha servido para recibir clases de buenos modales, ¿cierto?

— Ya los tenía, que no los demuestre contigo es otra cosa.

— Jaja, nunca cambias Yi Fan…

— De verdad necesito cosas qué hacer. Te estoy pidiendo amablemente que te vayas, y si no lo haces, recurriré a otras medidas para conseguirlo…

— Está bien, ya me voy. Sólo vine a preguntarte qué le parecieron las flores a tu amigo Zi Tao.

— ¿Soy tu mensajero?

— No, pero vive contigo, ¿no es así?

— Si no lo supieras no habrías mandado las flores, ¿no es así? –imité su tono de voz.

— Como sea. Me tengo que ir porque tengo una junta importante esta tarde. Nos vemos, Yi Fan. Espero las flores no te causen alergia…

Salió de mi oficina con total elocuencia, como si fuera el mismísimo presidente el que me estuviera visitando… Inmediatamente que se fue tuve que desinfectar a como diera lugar mi silla frente al escritorio. Conociendo a esa sabandija, lo más probable es que se sentó en mi silla sólo para imaginar cómo se veía en ella… En fin, a los pocos minutos llamé a Amber a mi oficina.

For you I knew the love and the meaning of protecting others.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora