Capítulo 20: Amargo Reencuentro

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Los minutos seguían pasando, la preocupación de cada persona en esa sala iba en aumento, ya nadie hablaba, solo se dignaban a mirarse unos a otros reflejando la tristeza y la desesperación de no poder rescatar lo más importante en sus vidas, sus hijos. Koushiro aun trataba de abrir la puerta al Digimundo, la frustración se le veía en sus ojos, él más que nadie sabía lo que era la perdida de un ser querido y no iba a dejar que eso volviese a ocurrir. Mimi seguía llorando desconsoladamente mientras Taichi la abrazaba fuertemente diciéndole que todo pasaría sumamente rápido. Sora miraba por la ventana hacia el cielo tratando de ignorar las maldiciones de Yamato por asistir a esa estúpida reunión. Hikari y Takeru, eran lo que se veían más serenos, sentado uno al lado del otro, tomándose de las manos, rogando que a su pequeñita no le pasará nada. Por último, Joe se paseaba por toda la oficina, hablando de todo el panorama de estudio que se arruinará si su hija no lograba volver del Digimundo.

Yamato: ¡Maldición Joe! – Le gritó – Puedes sentarte. Nos estás poniendo a todo más nervioso de lo que estamos

Joe: ¡No puedo! – También gritó – Esto de estar aquí, sin poder hacer nada me desespera

Sora: Todos estamos así, Joe – Le hablo lo más apacible posible para disminuir la tensión – Pero solo podemos esperar a que Koushiro logre abrir la puerta

Joe: ¡Es que no lo entiendo! – Bufó molesto - ¿Por qué siempre nosotros tenemos que salir perjudicados con estas cosas? Hay miles niños en el mundo, PERO NOOO, son nuestros pobres hijos los que son llevados a ese estúpido mundo Digital.

Takeru: Yo creo que se los llevaron porque nosotros fuimos  los niños elegidos en tiempos de antaño 

Joe: En ese caso, ¿Por qué no se llevaron a uno de los 10 hijos de Miyako-chan? ¡¡Noooo!!, se tuvieron que llevar a mi pobre hija, como si no tuviera obligaciones – Reclamó mientras seguía con su paseo

Hikari: Joe-sempai no seas exagerado – Lo reprendió – Miya-chan solo tiene tres hijos

Taichi: Mimi, por favor, deja de llorar – Le hablo suave mientras la sujetaba fuertemente - ¿Qué tal si vamos a ver a Lily mientras Koushiro abre la puerta? Eso te podría tranquilizar

Mimi: No lo creo – Dijo sollozando – Hasta que no vea a mis hijos no lo estaré – Se limpió las lagrimas y se alejo un poco de su esposo – Koushiro ¿Aún nada?

Koushiro: ¡No puedo! – Gritó golpeando el tablero de su computadora. Todos quedaron impactados, he incluso Joe detuvo su marcha – Es el vigésimo intento que hago y aún no logró conseguir abrir la maldita puerta – Tomo su cabeza con sus manos y lloró amargamente – No entiendo lo que ocurre, nunca me he sentido tan inútil e idiota

Taichi: ¡Vamos Koushiro-kun! – Le alentó mientras se acercaba a él y le daba una palmada en la espalda – Todos confiamos en ti, tú eres el único que puede encontrar a nuestros hijos – En eso escuchan el timbre de la Oficina

Takeru: ¿Esperabas visitas Koushiro-kun? – Preguntó intrigado

Koushiro: No que yo sepa – Dijo dudoso – Esta oficina ha estado desalojada por años

Mimi: Yo abriré – Dijo mientras corría apresurada hacía la puerta

Taichi: ¡Alto Mimi! Puede ser peligr... – Pero su esposa ya había abierto la puerta de la oficina

Al abrir la puerta, Mimi quedó totalmente en shock, todos los demás padres, incluso Koushiro, se acercaron a ver y lo que vieron les hizo sentir una alegría como no la habían experimentado hace muchos años. Frente a sus ojos se encontraban sus hijos junto con sus digimons y otros que no lograban reconocer, rápidamente los padres abrazaron con vehemencia a sus hijos

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