⟮ 6.⟯

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Pareja :  Guren x Shinya.
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N/A :  Salió súper cortito, pero algo es algo(?
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Aumentó la velocidad al oír una vez más aquella molesta voz que lo llamaba a unos pocos metros atrás

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Aumentó la velocidad al oír una vez más aquella molesta voz que lo llamaba a unos pocos metros atrás. Cambió de dirección y se dirigió hacia un pasillo diferente, recostándose en el carrito de compras para apaciguar su respiración, mientras consideraba el hecho de mantenerse más en forma, ni siquiera había llegado a los treinta años después de todo.

Maldijo mentalmente cuando escuchó otra vez la voz de su pareja, y se golpeó la frente —literalmente— al darse cuenta de que su escondite no era el más adecuado si se trataba del pasillo de mermeladas. Y peor aún, al lado se encontraba el de panes y harinas.

—¡Guren~! —canturreó, trotando hacia el aludido—. Te estuve buscando, ¿dónde te habías metido?

El mencionado suspiró frustrado, mirando hacia el techo y contando de manera pausada hasta el número diez, rogándole a cualquier Dios existente y esperando a que aquello fuera un espejismo. Luego, temiendo lo que ya suponía, giró sus ojos nuevamente hacia Shinya.

—¿Qué demonios es esa cosa? —cuestionó refiriéndose a la bola de pelos que el peliblanco cargaba en brazos; pero entendiendo que su pregunta había sido muy tonta, interrogó reiteradamente—. No, ¿por qué la estás cargando?

—Oh, ¿te refieres a él? —sonrió alzándolo un poco más alto—. Me sorprendió que haya una zona de adopción dentro del supermercado. Pero lo encontré allí y decidí traerlo, se veía muy triste. Es muy lindo, ¿verdad? —respondió mientras lo acercaba al rostro del contrario.

El cachorro movió la cola, lamiendo —para mala suerte de Guren— energéticamente toda su cara y salpicando saliva sobre su camisa. Al notar la felicidad del animal Shinya se lo entregó con el propósito de que el azabache lo sostuviera, pero este último retrocedió un paso atrás negando con la cabeza.

—Ni pienses que voy a cargarlo —objetó.

—Vamos Guren~ —insistió—. Mira, le caes muy bien. Quizás podríamos...

—Tampoco pienses que vamos a llevarlo a casa —le interrumpió firmemente, rodando los ojos al ver el rostro del peliblanco—. No me mires así, sabes que no tenemos suficiente espacio. Y un perro es una gran responsabilidad, el trabajo no nos dará tiempo para cuidarlo lo suficiente.

—¡Pero..! —lloriqueó aferrándose más al cachorro, poniendo aquella cara triste con la cual siempre hacía que Guren cayera rendido a sus pies.

—No —negó cruzándose de brazos. Shinya formó un mohín con los labios, no se iba a rendir tan fácil.

El de orbes violáceos suspiró agotado frotando sus sienes, recostándose en el sofá de la sala principal a pensar en qué momento cedió tan fácilmente

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El de orbes violáceos suspiró agotado frotando sus sienes, recostándose en el sofá de la sala principal a pensar en qué momento cedió tan fácilmente. ¿Desde cuándo era tan fácil de convencer?

Sintió un peso a su lado; no fue necesario mirar para saber que se trataba de su pareja debido a las risitas que soltaba y los besos que comenzaba a repartir por todo su rostro. La misma sensación se repitió a su izquierda, sabiendo que esta vez se trataba del reciente integrante de la casa ya que también “le daba besos”, aunque de una manera bastante particular.

—Te amo mucho, mucho, mucho —dijo, besándolo una vez más ante cada palabra que añadía—. Y Jam* también te ama mucho ¿verdad?

El canino pareció entender al de orbes zafiro, en respuesta movió felizmente su larga y peluda cola, lamiendo otra vez toda la cara de Guren. El último hizo un sonido, asqueado, extendiendo el brazo para abrir distancia entre él y el animal para evitar que continuara con eso.

—No decías eso cuando te tiraste al suelo, agarraste mis piernas y comenzaste a gritar pidiéndome que nos quedáramos con el perro —contestó inusualmente tranquilo al decir aquello.

—¡Te lo pedí por favor! —se quejó—. Y ya te dije que se llama Jam —protestó enojado.

—No me gustan los nombres extranjeros —justificó —. Además, ¿desde cuándo sabes inglés?

—Shinoa me enseñó una página de internet donde puedo aprender inglés online, rápido y fácil. Deberías probarla —argumentó sonriendo.

Guren viró los ojos ante aquella contestación, estirando uno de sus brazos sobre el respaldo del sofá cuando Shinya se abrazó firmemente a su torso. No había un mísero sonido dentro del hogar, simplemente se podían oír apenas un poco las leves risas que emitía Shinya por los divertidos jugueteos del cachorro y el canto de los pájaros.

Dedicó unos minutos a admirar al perrito, ya que había bajado del sillón y se había recostado en frente. Su pelaje era completamente blanquecino, con unas orejas puntiagudas y unos grandes ojos de un negro profundo. A simple vista parecía de la conocida raza Pomeranian, aunque estaba casi seguro de que era una cruza entre esa y otra raza muy similar.

Entre todo el parloteo de Shinya desde el supermercado hasta su casa había logrado escuchar que su nuevo compañero tenía aproximadamente entre cinco y seis meses, todo un adolescente rebelde. Rogaba internamente que esa no fuera una razón para que rompa algo o moleste a los vecinos con sus ladridos —porque cuando se lo proponía podía ladrar y aullar verdaderamente fuerte—.

—Guren —llamó el de orbes azules con voz somnolienta, fregando su cabeza en el pecho del azabache para captar su atención en caso de que estuviera dormido.

—¿Qué sucede? —cuestionó con desgano.

—¿Crees que seremos buenos padres?

Esa pregunta lo desconcertó, pero trató de no manifestarlo. Al instante supuso que quizá había soñado con algo relacionado, por lo que se tranquilizó.

—Suenas como si fuéramos a tener un hijo, Shinya —respondió divertido para aligerar el ambiente pesado que comenzaba a formarse— No es para tanto.

—Supongo que sí —divagó—. Por cierto, ¿dónde está Jam?

Ambos observaron a su alrededor, verificando que efectivamente el perro se había ido. Con pereza y lentitud salieron de su cómoda posición y se dirigieron a la cocina, el destino con más probabilidades de que se pudiera encontrar puesto que desde que llegó a la casa no había comido nada.

—¡Jam! ¿Qué haces aq-

Desde el marco de la puerta, Shinya se cubrió la nariz con la palma de su mano, evitando que pudiera seguir hablando; y Guren lo imitó al llegar a su lado. El asqueroso olor proveniente de allí era insoportable, y ni siquiera quería mirar para afirmar lo que ya suponía.

La aventura apenas empezaba, y alguien ya se estaba arrepintiendo de haberle dejado a cierta insistente persona quedarse con aquel pequeño terremoto.

La aventura apenas empezaba, y alguien ya se estaba arrepintiendo de haberle dejado a cierta insistente persona quedarse con aquel pequeño terremoto

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*Jam: Según lo que me dijo Google Traductor, significa mermelada.

Iba a poner que el perro se llame Toasty (que, creo, significa tostada) pero no me convencía, se me hacía un poco feo. Aunque Jam me suena más a jamón que a mermelada, pero me parece que queda un poco mejor, ah.

(Por cierto, el perrito es el de la multimedia.💕)

Quiero aclarar que este libro está patrocinado por Open English, ahre.

Owari No Homo | Yaoi DrabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora