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Ya era costumbre para ambos chicos el pelearse e incluso insultarse, aunque pareciese como si ninguno hiciera algo para alejarse de su contrario al 100%. De cierta manera necesitaban del otro, pero nunca en sus cinco sentidos llegarían a admitirlo.

Aristóteles salió de casa aún furioso con rumbo al gimnasio, aún tenia un par de horas antes de que comenzaran las grabaciones del día, y ese era uno de los pocos lugares en los que si se sentía bien, pues su propio hogar no podía ser llamado así, pues por mas que quisiera poder sentirse bien, no era así, ¿por qué? Pues al parecer Temo no cooperaba para que así fuese.

Llego al lugar para dejar sus cosas y después ver a lo lejos a su amigo Diego, quien sabía que venia a diario.

- Hola - saludó Aristóteles mientras se acercaba a el.

- Oh, hola, ¿Qué ocurre? Te notó algo apagado - preguntó su amigo mientras descansaba para prestarle atención al rizado.

- Ya sabes, no es algo que no ocurra todos los días, es solo que ya no aguanto a Temo. Me respetan en todos lados menos en mi propia casa.

- Pues no estas haciendo algo para que tu matrimonio continúe, las cosas están mal desde ya tiempo Aristóteles, ¿no crees que es cosa de separarse?

El rizado se agacho y lo pensó por un par de segundos, esa no podía ser su única salida, ¿o si?

[*]

Temo salió de su casa tan solo un par de minutos después de que Aristóteles se marchase, y se dirigió al hospital, pues se había ofrecido a hacer horas extras los siguientes días con tal de conseguir un poco mas de dinero, pues su padre se encontraba gravemente enfermo y necesitaba medicamentos que no eran para nada baratos, así que no le quedaba mas opción.
Pensó en pedirle dinero a su esposo infinidad de ocasiones, pero como estaban las cosas ni siquiera lo ayudaría, todo se desmoronaba poco a poco y el chico ya no sabía que era lo que podía hacer.

[*]

La noche llegó mas pronto de lo que esperaban y Aristóteles entró a casa mientras suspiraba cansado, aunque el escuchar música a un volumen considerable le hizo fruncir el ceño.
Se acerco a la bocina y la apago como si nada para después dirigirse al refrigerador e intentar encontrar algo para cenar, para su mala suerte seguía intacto de la misma manera que en la mañana.

- ¿Es mucho pedir que respetes mis cosas? Estaba escuchando mi música - cuestiono una voz a sus espaldas claramente molesta.

- No me dejaste nada para comer - respondió el rizado cambiando de tema con el mismo tono.

- Vuelve a poner la música, me gusta - dijo el castaño de brazos cruzados.

- Pues a mi no - mencionó mientras se paraba frente al menor - ¿entonces no hay nada de comer?

- Creí que comerías en el set o saldrías con Diego como los últimos días.

- ¿"Creíste"? - Aristóteles se froto la cara con fastidio - te recuerdo al igual que tu esta mañana, que aquí vivimos dos, y de la misma manera, ambos debemos comer. ¿Entiendes eso? Haces todo mas difícil.

- ¿Ahora yo soy el que hace las cosas difíciles? - dijo Temo mientras fruncía el ceño claramente molesto - trabajo dobles turnos y después debo limpiar la casa porque tu no haces nada de eso, solamente haces lo que te importa, y por lo que veo si se trata de mi no importa.

- Perdóname por trabajar para pagar todos nuestro gastos - dijo con sarcasmo.

- ¿Quién se hace cargo de verdad? Yo soy quien se parte el lomo con todo esto, y además teniendo en cuenta que tengo que juntar aún mas dinero para los medicamentos de mi padre. Tengo miles de presiones mas que tu y no cooperas para que no sea mas difícil.

- ¡No tienes idea de lo que dices!

- ¿¡Qué es lo que haces estando aquí!? Absolutamente nada, solamente te la pasas pegado a ese aparato haciendo quien sabe que. Ya no quiero seguir con esto - dijo el menor irritado mientras se daba la vuelta.

- No me das lo que yo quiero - menciono cabizbajo el rizado aún molesto.

- Efectivamente, y no me importa. Yo no te preocupo, tu tampoco a mi, ¿Qué mas falta?

- ¡Ya cállate! - gritó Aristóteles haciendo retroceder a Temo hasta la pared y después acercarse a el - ¡Estoy harto de ti! ¡Me fastidias todos los putos días! ¿¡Cuál es el verdadero objetivo de este matrimonio!?

- Y-ya no quiero - sollozo el menor con tristeza.

- Si así lo quieres, por mi esta bien - dijo seco mientras se alejaba de el con rumbo a las escaleras para entrar a SU habitación.

30 Días [Aristemo] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora