30 Días [Aristemo] ✔

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Aristóteles había salido a la casa de Diego casi a primera hora de la mañana, su esposa no se encontraba, así que tenían total libertad para conversar. Ambos estaban sentados en el sofá y el rizado mantenía un semblante cabizbajo.

- Oye, amigo. Cuando estas a la mitad de los retos es cuando te das cuenta si lo haces por compromiso o de verdad de corazón.

- ¿Tu esposa se puso difícil? - cuestiono el mayor.

- No, fue muy accesible.

Suspiro.

- Con Temo es tan jodidamente difícil - desvió su mirada.

- Si te preguntará el porque te sientes tan molesto con Temo.. ¿Qué me responderías?

- Es terco - suspiro frotándose la cara - Siempre hace las cosas mas difíciles, no agradece y trata de manipular la situación como le place, y ni siquiera puedo ver el lado bueno de estos 18 malditos días que llevo haciendo estos retos. Creí que al hacer todo esto el me mostraría una actitud diferente, pero no. Carajo Diego, no soy bienvenido ni en mi propia casa, es como si solo fuese el enemigo - suspiro mientras las lágrimas amenazaban con salir - le he demostrado que aún me interesa el y mi matrimonio, pero le vale. He aguantado su indiferencia, pero anoche todo se acabo Diego ¡Se acabo! Ya no quiero seguir con esto. ¿Cómo puedo demostrarle mi amor a alguien sin que pisotee mi esfuerzo?

- Interesante pregunta - el chico miraba fijamente al rizado, y el comprendió que se comportaba exactamente igual a Temo.

- Bendito karma - sonrió burlón para si mismo y se frotó la cara - Y para acabarla no lo he hecho de corazón.

[*]

Mientras tanto, Temo se encontraba almorzando con Andrés en una cafetería que estaba ubicada fuera del hospital.

- Necesito mas dinero para los medicamentos de mi padre, me ha estado costado mucho pero ya estoy progresando - dijo el castaño.

- Es una pena, pero seguramente tu padre valora mucho el esfuerzo que haces por el, eres un buen chico, debe estar orgulloso de tener a un hijo maravilloso como tu - menciono Andrés mientras tomaba la mano del menor y este le miraba sonrojado.