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Día 4

"Ponte en contacto con tu pareja en algún momento del día. Pregúntale como esta, como va con el trabajo y si puedes hacer algo por el hazlo sin dudar".

[*]

Temo recorría los pasillos del hospital y su celular comenzó a sonar haciéndolo detener para contestar.

- Hola. ¿Aris? - preguntó sorprendido.

- Hola Temo - respondió mientras sonreía - eh, llamaba para ver como estabas.

- ¿Para qué? - preguntó confundido para luego verificar si en verdad era su esposo quien le llamaba, porque jamás lo hacía.

- Pues, para ver si necesitabas algo - dijo con simpleza.

- ¿Esto es enserio?

- Si, entonces, ¿necesitas algo?

- Estoy bien.

- De acuerdo, nos vemos en la noche. Mucha suerte - dijo para después colgar.

La llamada termino y el castaño miró su celular con una gran confusión y sin mas remedio continuo su camino rumbo a la recepción donde su mejor amiga Ale se encontraba.

- Oye, Temo - dijo con una sonrisa la peli-castaña, aunque al ver su cara de confusión se preocupo - ¿Qué sucede?

- Pues, Aristóteles se ha estado comportando muy extraño, mas bien, diferente. Por ejemplo, ayer me envió unas flores y hace un momento me llamo para preguntarme como estaba.

- Vaya, - exclamó la chica - creo que esta reaccionando para no divorciarse. Aunque ten cuidado, al final es tu decisión.

[*]

La noche llegó y Temo llegó a casa, al entrar se encontró con Aristóteles sentado frente a la computadora, pero al notar la presencia del mas chico la apagó de inmediato y fingió estar haciendo algo en su celular.

- ¿Borraste el historial? - cuestiono con seriedad el menor.

- ¿De qué hablas? - actuaba como si no supiera a que se refería, pero al parecer no le salió el teatrito.

- Borraste el historial, ¿no es así? - cuestiono molesto, pero Aristóteles se contuvo para no decir nada negativo, así que simplemente se quedó callado - no se que trates de hacer con mandarme flores y llamarme al trabajo.

- ¿A qué viene esto?

- Me reuniré pronto con mi abogado, para que ni pienses que me estoy creyendo tu actitud de niño bueno.

Temo se fue a su habitación dejando al rizado consumirse en su propio coraje, el era quien se estaba quedando callado, y su orgullo no le permitiría decirle que quería salvar su matrimonio.

30 Días [Aristemo] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora