Día de los no enamorados (Enredados Otra vez, la serie)

7.- Duelo.

Han pasado ya 3 años, y las cosas se complicaron un poquito, llegó el momento en que Flynn cumpliría los 10 años, ese muchacho ha sabido manejar con sabiduría sus habilidades. Cassandra después de tanto tiempo de tener una relación con uno de los guardias, al fin decidió que van a casarse mientras que Eugene y Rapunzel están esperando otro hijo, el cual si es de Eugene.

—Esto del embarazo resultó ser más cansado de lo que yo recuerdo —Comentó la rubia a su mejor amiga—. Tengo seis meses de embarazo y siendo como si este bebé pesase más de lo normal.

—Que nervios ¿Creíste que volverías a tener hijos? —Comentó ella.

—En realidad no —La rubia no pensó que en algún momento volvería a tener relaciones con Eugene, pensó que con sólo tener a Flynn sería más que suficiente—. ¿Cómo estás tú? ¿Nerviosa por lo de la boda?

—No claro que no, es decir, estoy impresionada —Sonrió la pelinegra—. Cuando le dije a mi madre que al fin acepté la propuesta de Pedro, se alegró tanto que se lo presumió a todas las chicas que trabajan aquí.

—Bueno, tu madre te apoya —Respondió la rubia—. Al igual que yo corazón, este será uno de los momentos importantes en tu vida, no te preocupes y verás que todo saldrá bien.

La rubia buscó un asiento, el tener un bebé es sumamente cansado.

—¿Y Varian? —Lo dijo en voz baja—. ¿Cómo se tomó la noticia?

—Pueees —Balbuceó—. En teoría cree que es de él, no le he dicho la verdad ¿Crees que eso sea algo malo?

—Déjame pensar ¿Engañar a tu pareja con respecto a un tema delicado como lo es la paternidad? Sí, puede que lo sea, aunque él está consciente de la relación que existe entre tú y Horacio.

—Por favor, llámalo Eugene, Horacio suena a nombre de alguien que nadie quiere —Comentó la rubia haciendo un gesto de desagrado—. Pronto se lo diré.

—No te tardes o si no será demasiado tarde —La pelinegra le tocó el hombro—. Bien, me iré, el capitán quiere hablar conmigo.

—Nos vemos, cuídate —Le dijo Cass y ella se quedó ahí sentada mirando el jardín. Aunque no estaba al tanto de la presencia de Flynn, quien estaba paseando por ahí en el jardín cuando escuchó a las jóvenes hablar.

Él recuerda vagamente su aspecto físico, pues cuando era muy pequeño siempre le gustaba mirarse al espejo y fanfarronear con su persona, le gustaba hacerse cambios en el cabello y fingir que si un día lo atrapasen siendo Flynn rider, pudiera cambiar su look rápidamente.

Pero cuando escuchó las palabras de Cass, él no supo que decir o que hacer. ¿Varian con su Madre? ¿Ellos tienen una relación y él jamás lo supo? Interesantes cuestiones que no debía responder, pero la curiosidad siempre es más grande.

El pelinegro caminó por el castillo para buscar a Varian, no lo encontró en un lapso de casi diez minutos, a pesar de que le preguntó a los trabajadores, nadie lo ha visto. Se paseó por la parte más profunda del castillo y lo único que escuchó fueron lamentos.

El pelinegro se preguntó de dónde provienen, pues no parece haber nadie presente. Hasta que llegó a la sala de las calderas, ahí escuchó a una joven que llora sin cesar, está desconsolada y parece que necesita quien la escuche.

—¿Todo está bien? —Pregunto Flynn al acercarse a ella. Él notó que sus vibraciones se aceleraron demasiado y pudo oír cómo la chica trató de fingir que no estuvo llorando—. ¿Qué sucede?

—¡Príncipe Flynn! Lo siento tanto, no es lo que usted piensa —Habló la chica. Esa voz la reconoció de inmediato, el nombre de la chica es Catalina, es de la misma edad que Cassie—. Simplemente estoy pasando un mal momento.