четырнадцать (catorce)

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(días antes de que bolivia y Perú supieran de México)

El ruso espero ansioso a México, estaba sentado en su cama cómo de costumbre, con una gran sonrisa, pues quería decirle que iría a competir a San Petersburgo en 5 días.

Esperó y esperó por horas, se dió cuenta qué, a medida que pasaba el tiempo el amante del chile no se dejaba ver por ninguna parte, así que decidió salir de su habitación para buscarlo por la casa, debía estar sí o sí.

Вы бачылі Мексіку? —Rusia trato de hablar bien el Bielorruso.

—cada día mejoras más —La niña sonrío— Nop. Quizá regreso a Norteamerica —dijo para tomar sus muñecas y jugar por algún lugar.

¿Se fue sin decirme?

Rusia hizo un puchero y se encamino hasta la cocina, dónde pudo ver una notita sobre la mesa:

“Rusky, salí un rato a dar el rol, perdón por no llevarte, pero te veías bien bonito durmiendo que no quería despertarte :)

No te aloques, llegó en cualquier momento

                                   –México.”

El menor sonrió con ternura y guardo la nota en su pantalón, quizá llegaría un poco tarde, pero ¿A qué había salido?

La idea de que México estuviera con otra persona saliendo lo hizo sentir extraño, cómo si tuviera hambre.

Se sirvió cereal y echo la leche, Ucrania no demoró en aparecer por la cocina, lo miro suplicante, no había comido y tenía hambre.

—¿Что ты хочешь? (¿Qué quieres?) —Lo miró.

Їжте... (Comer) —se acercó aún más e hizo la carita de cachorro mojado.

Sabes que no te entiendo mucho —sacó otros 2 tazones y repitió sus acciones, para terminar acomodando los platos y cubiertos.

Bielorrusia no tardo mucho en llegar y también pedir cereal pues “el cereal de Rusia se veía bien vergas”

Fue una mañana muy tranquila, al menos para todos los niños, la nana llegó y se apuro al quehacer de la casa.

Todos se preguntaban dónde estaba México, comunmente estaba todo el día en la casa y si salía no tardaba mucho para dejar a su nueva familia sola.

Méxicoooooo —bufo y miro los pajarillos volar de un árbol a otro. Ya eran las 7 de la noche y no había ningún rastro del mexicano, preocupando un poco a todos.

Tomó su celular y marco por milésima vez, se escuchó una voz tras la línea, pegó su celular a su oreja para escuchar mejor: “Te haz quedado sin saldo, te recomendamos hacer una recarga”

—¡Oh, carajo! —Lanzo el teléfono en su cama y volvió a mirar afuera, esta vez subió la mirada para encontrarse con un cielo lleno de estrellas, de muchos colores y tamaños —señor México, ¿Dónde está? —recargo su cabeza contra la pared y sintió recorrerle una lágrima por toda su mejilla —Quería contarle...

я + м ♡ 𝚁𝚄𝚂𝙼𝙴𝚇 ♡ 0.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora