Jimin toda su vida ha sido malo en matemáticas.
Y el nuevo profesor no ayuda en nada, Kim SeokJin, un estricto y grosero profesor.
El joven estaba apunto de perder el año. Hasta que por culpa de un malentendido una propuesta indecente se hace pr...
"El solo verte, me provoca querer huir, porque seré débil ante ti."
-Kim SeokJin, de lunes a domingo.
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Al llegar a casa del profesor Kim, gracias a un taxi, me bajé corriendo y toqué el timbre de aquella enorme, realmente enorme casa. De ahí salió un hombre en pantaloncillos cortos, con una camisa larga y blanca, sin lentes y descalzo que me volvió loco al instante. El profesor Kim se veía tan sexy incluso desarreglado y adormilado.
-Uhm... le dije que viniera a las 4:30, qué hace aquí. Váyase.
-Profesor... me dijo 3:30pm, he venido incluso apurado para no llegar tarde.-Dije suavemente y le mostré el mensaje en mi celular.
-Uh, ya veo, lo siento, debí estar muy dormido.-El profesor Kim se abrió y me dejó pasar a esa elegante casa, así que los rumores eran ciertos, él era un hombre muy rico.'
Apreté mis manos y recorrí con mi mirada las esquinas de la casa, aunque fuera grande estaba muy vacía, o al menos así se sentía.
Señaló una mesita y me dijo que me sentara ahí, cuando lo hice él sacó una enorme pizarra, y oh diablos, empezaba la tortura de clases de matemáticas, imposible concentrarme si estaba viendo sus piernas tan blancas y su quemado rostro algo moreno. Parecía nucita, un dubalín, uhm que rico.
Estuve una hora y media de clases de matemáticas en las que sorpresivamente entendí a la perfección, incluso cuando él preguntaba yo podía responder, se sentía tan bien. Aunque era de esperarse que iba a ser más fácil ya que él solo se concentraba en que yo aprendiera, no en que 19 estudiantes más también lo hicieran.
-Señor Park, ahora necesito que me ayude calificando estos exámenes. No tengo cabeza para hacerlo solo, espero lo haga bien o aquí terminan las tutorías.
Le miré sonriéndole, esto era lo que más me preocupaba, regalar notas o calificar mal.
-Sea cuidadoso, yo no regalo calificaciones.
Para mi suerte las preguntas eran de selección múltiple y solo debía ver si marcaron bien en A, B, C, D e incluso E. Me había dejado en la pizarra los literales correctos de cada pregunta, y para sorpresa de nadie, la mayoría de los que dieron aquel examen reprobaban, algo raro pues yo pensé que era el único malo en matemáticas.
Y así pasaron varias horas, el profesor Kim sentado en el otro extremo del escritorio, se veía tan bien, tan guapo, y sentía su mirada sobre mi cuando yo estaba mínimamente distraído, para que cuando mirase hacia él, cambiara su atención a las hojas en frente.
-¿Y usted tiene dones artísticos?-Preguntó de la nada quitándose los lentes que hace horas se puso para calificar tareas.
No supe que responder así que dije lo primero.-Sí, si tengo.