❀-Su voz-❀

u n o

【 Dispara 】

[ Tsuna ]

No soy como cualquier estudiante, soy desafortunado hasta el punto de decir basta. Se que no soy inteligente y se me dificulta comprender los temas, quería solucionar esto, busco acercarme a alguien para que me ayude, pero lo que dicen sus corazones es más que suficiente para hacerme retroceder.

Y se ésto, gracias a mi habilidad de poder escuchar los pensamientos de otros, muchos podrían creer que es fabuloso; saber lo que piensan y poder anticiparlos es genial, pero no cuando todo lo que ocultan en su corazón no son más que pensamientos de odio u fastidio hacia mi.

Tenía solo 8 años cuando supe que tenía este ...poder.

No fue muy bonito en ese momento enterarme que mi mamá pensaba en mi como un estorbo, como una carga dejada por su marido; quién puede viajar todo el tiempo, lo cual ella anhelaba acompañarlo en vez de estar conmigo.

Desde entonces, incontables pensamientos entraban directamente a mi mente y fue de ese modo que supe nadie, en ningún momento disfruto de mi compañía.

Por supuesto mantuve en secreto está habilidad, porque no quería ser regañado por mentir o ser insultado por conocer miles de secretos, al cabo de un tiempo cuando ya estaba más que acostumbrado a oír la voz interna de extraños, yo dejé de escuchar sus palabras que salían con hipocresía de su boca. Y por consiguiente yo también decidí callar, decidí que si nadie escucha mis palabras de ayuda entonces no valía la pena.

Así que cuando ya estaba por cursar preparatoria, calle muchas cosas y sonreía para ello, en silencio escuchaba de nueva cuenta pensamientos talvez ya no tan doloroso, pero seguían siendo sobre mi. Sonreía para ellos cuando los insultos coicidian con lo que pensaban sus corazones, no quería responder nada, no tenía sentido.

Entonces al callar, no era más que el mismo agotador proceso

-Alguien sin valor

-No es de importancia

-Solo ignóralo

-Es raro e idiota.

Cubro mis oídos con fuerza pero no puedo evitar pensar que esto era una maldición, es tan doloroso saber que aún sin hacer nada, todos hablaran mal de ti. Uno no puede callar lo que piensa pero tampoco puedo evitar escucharlo. Pasar noches escuchando repeticiones de lo que oi por el resto del día, despertar con no muy agradables comentarios sobre mi.

Solo quedaba esperar el día en que ya no escuchará más voces y eso era el día que muriera. Por qué la voz interna siempre iba a ser la que dijera las verdades más dolorosas.

Entonces cierta mañana que me dirigía solo a la escuela, mama no se encontraba porque ella había ido de viaje de tres días a unas aguas termales, algo que se hizo normal. Cuando llegue al salón escuché mucho bullicio tanto que parecieron ignorar mi presencia era un poco agradable porque no me ponían el pie o me empujaban "accidentalmente".

Al parecer lo que los mantenía ocupados era la noticia de un nuevo estudiante transferido, que según era de una familia importante y de dinero. La verdad no me importaba el estatus, todos terminaban en mi contra.

-Ah es Dame-Tsuna, no debió de haber venido, así no causaba una mala impresión al nuevo jajajaj-dijo el compañero sentado a mi lado

-Bien alumnos, siéntese-hablo el profesor.-Hoy se presentará un alumno nuevo venido de Italia por detalles familiares.

Dijo y estalló más murmullos en el salon, pero ciertamente la voz interna de la persona de afuera podía tener más impacto si todos la llegaban a escuchar.