Capitulo ocho

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-Oye bro, ¿Qué tal las mujeres que han venido a la fiesta?- habla Henry fumándose un cigarrillo y bebiendo alguna porquería que habrán traído los otros tontos de la fraternidad- si no fuera que espero a alguien ya me le hubiese lanzado a alguna de esas.

Solo puedo reírme ante su comentario. Es ridículo que Henry, el don Juan más conocido de esta ciudad; quiera esperar a una sola chica. Yo soy uno que no se conforma con una, quiero a todas a mis pies pero esta mi regla más preciada.

"Jamás repetirlo con la misma chica"

Puede que en algún caso haga excepciones, no lo negare pero las mujeres son tan fastidiosas. Solo quieren romance, flores y chocolates; y eso conmigo no va.

-¿De qué te ríes?-me mira Henry con su cara de "cállate la boca idiota" y solo me dan más ganas de reírme- ¿Qué te da tanta gracia?

-Tu-le digo y pongo una de mis manos en su hombro- tienes a un montón de chicas que matarían por estar contigo ¿y vas a desperdiciar esa oportunidad por UNA sola chica?- y termino resaltando eso ultimo para que entienda a que me refiero.

-Lo sé, suena estúpido pero es así-ríe por lo bajo y palmea mi pecho- pero solo por esta noche ya que me quiero divertir como nunca.

Con eso se pierde entre la gente y me quedo loco con el descabellado amigo que me gasto.

Cuando ya dejo de burlarme de Henry mentalmente. Bebo del ridículo vaso rojo que tengo entre mis manos; haciendo que el líquido que baja por mi garganta me resulte refrescante. Esta noche esta buena para beber.

-¡Hey bro! Ya llego la que esperaba-comenta Henry llegando a mi lado y señalando la entrada de la casa. Que se hace difícil de ver, ya que la gente está que revienta aquí.

Tratando de mirar ya que la curiosidad me mata, logro ver a una chica no tal alta, con cabello rubio y veo porque mi amigo esta loquito por ella, pero para mi gusto me da igual.

-¿Esa es?-lo miro y el asiente llenando dos vasos- sabes que me gustan más rubias amigo-irónico- y con ese trasero mejor aún-sonríe y con eso se va; haciéndose paso entre la gente para llegar ante su nueva conquista.

Ya cansado de todo este culebrón me voy a una esquina donde se perfectamente y si mal no recuerdo había unas chicas que no dejaban de mirarme.

Más y más tragos transcurrieron a medida que la fiesta se va subiendo. No me importaba tomar de más, ya estaba acostumbrado de todos modos. Y me encontraba sentado en uno de los sillones del salón con gente a mi alrededor riendo, drogándose o casi cogiéndose ahí mismo. Ya ni me importaba.

Henry es el que se la pasa de maravilla, ya que su amiguita está muy gustosa restregándole el trasero, lo más típico que puedes haber. Mucha gente baila, la música esta al tope, pero siento que esto me aburre. Quiero emoción ahora, quiero divertirme un rato y tendré que ser yo quien lo busque; por eso cuando decido salir de toda esta mierda mi vista queda puesta en una chica que está a un rincón. No se ve que disfrute de la fiesta y lo digo por la cara de tragedia que tiene, y supongo que es a causa de la gente que la rodea.

Me causa gracia al instante cuando una pareja esta que la usa de cama para hacerlo ahí misma, pobrecita niñita, pienso al instante.

Quiero acercarme para ver si la puedo hacer rabiar por un rato, pero Henry se interpone en mi camino al pararse enfrente de mí con su amiga.

No jodas Henry, quiero divertirme...

-Hey, te quiero presentar a Jem-toma de la chica por la cintura y esta le besa el cuello- Jem, él es Jacob.

Por amor a ti [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora