capítulo 7

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- así que ¿cazador de elfos?- el ex heredero de Neolandia miraba al rubio con una ceja alzada

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- así que ¿cazador de elfos?- el ex heredero de Neolandia miraba al rubio con una ceja alzada.- es un interesante trabajo.- escupió con algo de sarcasmo amistoso, tratando de no sonar del todo amenazante.

- si, no es algo de lo que este orgulloso.- se encogió de hombros y acomodo su cama, por alguna razón el castaño lo siguió y se negó a usar una habitación vacía.- Nesesitaba el dinero Y mi padre los usaba para sus... experimentos.- tembló ante el horrible recuerdo, se arepentoa todos los días por ello pero eso no cambiaría nada.

- voy a salir, no esperes despierto.- beso la frente del rubio con cariño y espero asta verlo acurrucarse entre las sábanas.

- deberías avisarle a Neftiri que vas a salir, tiene guardias en todos lados.- el castaño asintió para después salir, llegó a donde se encontraba traba los caballos del guerrero, que era un lugar más amplio para transformarse en su forma dragón, Runaan estaría vuelto loco si se daba cuenta de la desaparición de la elfo.

- por eso me eras tan familiar.- una carcajada rebotó entre los establos, la reina estaba frente a el.- eres el perro guardián de Runaan.- el gruñido se escuchó por gran parte del Palacio. Pero Neftiri no se impresionó.

- no vengo por ustedes.- levantó sus alas con orgullo, preparándose para una salida si era necesario.

- eso lo sé guardián.- sus manos dibujaron un sol en el aire, después de un pequeño *"brillatus lum sienor"* el volvió a su forma humana.- el uso una gran magia en ti.- murmuró acercándose al joven sorprendido.

- ¿que fue eso?- la elfo monarca levantó su brazo, notando las pequeñas escamas en sus brazos, confirmando sus sospechas.

- un reversor, "iluminando con tu luz mi señor",pero no funciona contigo.- lo hizo mirar su muñeca cubierto con escamas que formaban una pulsera negra en su mano.- quiere que seas tan eterno como su nueva reina, eso tendrá repercusiones en ti.- las escamas en su brazo formaban un espiral al llegar a su hombro.

- ¿de qué hablas?- la elfo seguía examinado sus brazos, buscando algo, pero parecía no encontrar nada.

- Runaan te eligió, para ser el gobernante de las tierras de luna, no puedo darte tu forma original, no del todo.- levantó la camisa del príncipe para dejar ver su estómago, nada.- aún puedes elegir.- suspiro de alivio, para la suerte del muchacho sólo tenía marcas en sus brazos.

- no logró comprender.- la elfo asintió y le hizo una señal para que lo siguiera, dejándolos en el gran trono, los elfos que cuidaban de la reina se retiraron por orden de la misma.

- con ese laso en tu cintura, Runaan te ató a la elfo, pero sólo pudo atar tu cuerpo a ella, tu alma aún es libre de decidir.- dejando sus protocolos se sentó al las escaleras, haciendo una señal para que el príncipe lo siguiera.- dime príncipe, ¿Tu quieres a Rayla como una pareja?- el castaño se quedo en shok, ¿a la elfo que prácticamente crio?

El guardián de la última luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora