capítulo 10

132 8 0
                                    

- ¿¡tu!?- Regem rugio con fuerza al ver a su aprendiz a los pies de la nieta de su compañera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿¡tu!?- Regem rugio con fuerza al ver a su aprendiz a los pies de la nieta de su compañera.- ¡Te entrene para qué cuidaras de Neftiri!- al ser un dragón adulto, el tamaño era más grande que el aprendiz del Sol.

- ¡m...maestro!- tartamudeo, su maestro parecía sacar chispas por los ojos.-  no es lo que cree...-

- ¡¿entonces que es!?- ni siquiera el tacto de la nueva reina logró calmar lo, aprovechando el gran espacio abrió sus alas, demostrando ser un alfa dominante.

- Sol Regem.- el elfo de luna no se movió de su lugar, pero el le pidió a Neftiri que el aprendiz del Sol cuidara de Rayla.

- no te metas elfo.- no apartó su filosa mirada de su aprendiz, mostró sus enormes colmillos, amenazando y sometiendo al otro dragón.- tu lo sabías, fuiste entrenado para ella, y decidiste seguir a la elfo de luna, traicionados a tu compañera.- Janai tomó el hombro de su hermana tratando de darle algo de apoyo.- a pesar de su aprobación tu debías permanecer a su lado.- cuando la cabeza del otro dragón llegó al piso, demostrando su humillación y sumisión, Regem miro a Neftiri.- me encargaré de el, te buscaré un mejor compañero.- miro de reojo al rubio, pero la elfo al notar la intención negó, lo que sólo lo hizo suspirar pesadamente.- volveré en 3 días, al amanecer.- sin esfuerzo alguno su cola golpeó la cara de su ahora ex-aprendiz y ambos salieron.

- Kasef, ¿dónde está Rayla?- apenas los dragones abandonaron el recinto, el elfo se puso a la defensiva, 4 elfos venían con el.

- ¿por qué crees que yo lo se?- vio como sus acompañantes dudaban en tomar sus armas, así que sólo pregunto altanero.

- misteriosamente después de tu aparición, Rayla no estaba.- la única elfo hembra que venía en el grupo, se puso delante de Runaan, tratando de aligerar el ambiente.

- y ahora estás aquí, con elfos de sol.- escupió con veneno dichas palabras el elfo que jugaba con su espada.- obviamente es traición.- Ethari corto su camino con sólo poner un brazo frente a el.

- Kasef, el hilo que te une a Rayla, yo lo hice se como funciona y puede guiarnos a ella.- camino asta llegar al frente del príncipe, este lo miro culposo, pues era de los pocos elfos que lo trataba como lo que era, una persona.

- Ethari... yo lo corte.- el elfo lo vio sorprendido, los que permanecían atrás de el lo vieron molestos.- Neftiri me dijo lo que realmente era ser el guardián de Rayla.- vio a Runaan con molestia, el elfo frente a el sólo asintió.

- debimos a verte dicho.- recibió apenado el hilo dorado que lo mantenía obligado a permanecer a lado de Rayla.- era normal que actuarás así después de enterarte.- miro curioso el corte que tenía, se aseguró de hacerlo lo más resistente posible sin cuchillos que pidieran atravesar lo.- ¿como lo hiciste?- inmediatamente, la elfo hembra se hacerco a lado del herrero.

- con una de mis escamas.- mostró su brazo, donde sentellaban pequeñas hileras de escamas negras.

- eso es imposible...- Lujanne tomó el brazo con asombro y toco las escamas.- tu cuerpo de dragón era una ilusión, yo me asegure de eso, por eso la piedra de tu uniforme.- instintivamente busco dicha piedra, pero en su pecho no había nada.

- ¿una ilusión?- pregunto confundida Neftiri, obligó al príncipe a sacarse la camisa dejando expuestas las diversas partes de su cuerpo cubiertas de escamas negras.

-si, el punto de traer al príncipe era mera protección, los dragones de luna están casi extintos.- miro curiosa una extraña cicatriz en el centro de su pecho, miro a Ethari de reojo, compartiendo la misma idea.

- ¿cómo te hiciste esto guerrero?- la elfo de luna señaló la evidente sicatris en su pecho.

- la batalla en el castillo, sombras entraron en mi hogar, cerraron las puertas dejándonos adentro con el hombre de la túnica, el me atacó con su espada, sentí como me atravesaba.- sus manos apretaron la camisa, sus ojos no se enfocaban bien y como si algo quemara en su pecho quitó la mano de la elfo.- la luz y la vos, yo estaba muerto.- sus pupilas se afilaron, pero su color ya no era verde y sus garras crecieron.

- esta perdiendo el control...- susurro Janai alejando tanto al rubio como a su hermana del mitad dragón.

- ¡tu me mataste!- las escamas en sus brazos se hicieron más notables, confundiendo a todos cuando un brillo brotó de su pecho.- desperté con esa monstruosa forma de dragón que no ha parado de crecer en estos 12 años.- como si su cuerpo pesará toneladas, dio lentos pasos, radiando luz de sus ojos.

- Runaan...- su pareja retrocedió dándole espacio al príncipe, el elfo nombrado vio como sus compañeros retrocedieron dejándolo indefenso a merced del dragón.

- no lo entienden.- saco sus espadas, tratando de hacer retroceder al muchacho, aún usándolas en su contra  pero los cortes no le afectaron.- los dragones de luna no se ven desde hace siglos, el último peleó con Sol Regem y no sobrevivió.- cuando las garras del muchacho estuvieron a punto de tocarle, correas de luz lo apretaron.

- ¡Kasef tienes que calmarte!- tanto Neftiri como Janai, tiraban de la correa principal, tratando de detenerlo.

- ¡ayuden! ¡no se queden viendo!- se quejó la menor de las hermanas, los elfos de Luna y algunos guardias presentes trataban de mantener al príncipe lejos de su reciente objetivo.

- Soren, ve por Sol Regem.- el rubio aún estaba estupefacto, aún sin su cuerpo colosal parecía tener una fuerza impresionante.- ¡ahora! ¡tienes que irte ya!- pero ese simple grito no sólo lo hizo volver a si mismo, si no que llamo la atención del dragón, lo que ocasionó que soltaran la cuerda.

- ¡mi reina!- los soldados se quedaron instintivamente frente a Neftiri.- salgan de aquí, vamos a retrasarlo todo lo que pueda.- no permitieron que ningún otro elfo detrás de la reina se quedará, dejando al rubio dentro, junto a Runaan.

- So...ren.- las escamas en su cuerpo empezaron a desaparecer, sus ojos volvieron a ser verde.

- t...tu... ¡Tu eres el príncipe de Neolandia! - se pego lo más que pudo a la pared y se dejo caer.- eres el dragón que Callum piensa enfrentar.- enredo los dedos en sus hebras rubias, Runaan estaba tendido en el suelo, posiblemente inconciente.

- ¡Rayla no!- la puerta fue azotada por la reina de sol y la anterior nombrada.

- ¡Rayla no!- la puerta fue azotada por la reina de sol y la anterior nombrada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El guardián de la última luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora