capítulo 8

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La mañana llegó con el canto de las flores, las aves revoloteaban por el cielo mañanero, Callum paseaba feliz de tantas cosas, su hermano estaría fascinado de estar aquí

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La mañana llegó con el canto de las flores, las aves revoloteaban por el cielo mañanero, Callum paseaba feliz de tantas cosas, su hermano estaría fascinado de estar aquí.

- ¡NO PUEDES DECIRME ESO AHORA!- entró lentamente a lo que parecía ser el comedor, los gritos de la elfo de luna lo asustaron.- ¡Runaan te eligió para mi! - el golpe seco en la mesa los callo, Janai con sólo el movimie yo de su lanza partió la mesa en dos.

- mi reina no quiere escuchar tus reclamos, si te llamamos aquí fue para informarte.- con una sola señal de su mano, los demas elfos a su disposición levantaron la mesa, que afortunadamente no tenía comida enzima.

- Rayla tienes que escucharlos, luego podrás dar tu opinión al respecto.- el anterior príncipe de Neolandia la miro serio, a un lado del trono de Neftiri.

- ayer estuve charlando con tu... No.- se corrigió rápidamente poniéndose de pie, el primer paso era cambiar esos pequeños aspectos que le daban propiedad sobre el príncipe.- con Kasef.- el príncipe de piel bronceada la miro agradecido y le devolvió la mirada.- no tienes derecho sobre el, Kasef aceptó mi propuesta y me gustaría que lo aceptadas igual, si gustas.- volvió a tomar su lugar en el trono.

- ¡tu le lavaste el cerebro!- antes de que pudiera acercarse al primer escalón, tanto Janai se puso frente a ella con una mirada de superioridad.

- vuelve a tu lugar princesa, no puedes hacer una riña si no hay nadie que te defienda.- ambas féminas se mataban con la mirada, ninguna quería ceder.

- Janai.- la nombrada gruño al escuchar el tono serio en su hermana y espero asta que la elfo se moviera para volver a su puesto de guardia.- Kasef a decidido por cuenta propia buscar un compañero a su elección y gusto, no puedo retirar por completo la maldición de Runaan pero puedo darle a su próxima pareja una larga vida a su lado.- cuando miro al castaño, este no le devolvió la mirada, algo punzo en su corazón al ver la sonrisa boba y mirar cierta melena rubia.

- Rayla, tienes que entender que para mis ojos eres mi hermana menor.- cuando la melena rubia salió de su vista miro a los ojos morados de la elfo.- prácticamente te crié, no se que te dijo Runaan pero no puedo pensar en ti como una pareja romántica.- la miro lo más tranquilo que pudo, quería acabar con esta tonta platica y come.zar su cortejo, pero tenía que arreglar enserio las cosas con la elfo de luna.

- así como el, quiero darte la oportunidad de elegir, como parte de su promesa, decidió acompañarte para que conozcas el mundo y puedas elegir.- cuando vio que la elfo estaba mirando al suelo decidió bajar para ponerse frente a la menor.- puedo darte la oportunidad de que elijas por gusto a tu pareja, Piénsalo, aunque yo y Runaan tengamos nuestras batallas, la próxima luna no puede crecer rodeada de mentiras e hipocresía, si es necesario que te guíe así será.- levantó lentamente el mentón de la elfo y beso su frente en un acto cariñoso.- te guiare asta que estés lista para tomar tu lugar.- cuando vio la cabellera plateada moverse de arriba a abajo decidió darles un momento a solas, llevándose consigo a todos los elfos de la sala.

- Kasef...- sus ojos se inundaron de lágrimas, no podía creer tal cosa, se sentía tan precionada por mantenerlo a su lado.- lo ciento, Runaan me habló muchas veces de ti y creo que estaba enamorada, cuando te vi y crecí junto a ti con esa tonta idea.- lloro desconsoladamente en el pecho de el guardián, los brazos del mayor la sostuvieron asta que calmó su llanto.

- lo entiendo, Neftiri me explico todo antes de que llegarás.- puso una mano en su espalda y la guío a las afueras del enorme lugar, donde podían verse animales exóticos.- nuestro único problema es el tiempo, pronto cumplidas 18 y tendrás que tomar tu lugar.- cuando vio que la elfo no le prestaba tanta atención por mirar algo a sus espaldas se molesto, pasó la mano de arriba a abajo frente a su rostro pero seguía mirando fijamente.

-debes mantenerte firme.- recargado en un árbol el rubio miraba con cruel aburrimiento como sus elfos de sol acababan con el castaño menor.

- o tal vez no...- aprovechando el trance inicial de la elfo la llevo a rastras y su colocó alado del rubio.- ella también sabe pelear ¿qué tal un equipo de dos?- el rubio lo vio emocionado y aplaudió.

- perfecto, así va a ser parejo.- le entregó una larga vara a la elfo y la puso a lado del castaño.- bien, nada de golpes bajos y para ganar deben vencer a ambos luchadores.- les dio espacio y volvió a lado del guardián.- ¡empiecen!- la elfo soltó un chillido de dolor cuando la vara de madera impacto en su estómago, su compañero sólo cerró los ojos y tiro al aire.

- ¡Callum!- gruño la elfo usando su vara como escudo para proteger al castaño.- tienes que abrir los ojos y ver a quien golpeas.- estaba a punto de ser golpeada, cuando el castaño salió por su espalda dando golpes ciegos al aire, corriendo detrás de los elfos de sol.

- el es muy malo.- murmuró el príncipe al ver como el humano menor seguía dando golpes sin sentido.

- ni lo menciones.- bufó con fastidio al ver el ridículo que montaba.

- ¡no puedes golpear a una dama!- los elfos subieron a un árbol tratando de escapar del castaño y sus golpes ciegos.- ¡son unos brutos!- con ira golpeó repetidamente el tronco al no alcanzar al par de hermanos.

- ¿me está defendiendo?- Un rojo colores las mejillas de la elfo, quien seguía viendo al castaño dar saltos y golpear el árbol.

- a su manera, pero hace lo que puede.- con diversión y picardía dio un ligero codazo en el brazo de la elfo.- sería un grandioso compañero ¿no lo cres?- su puso a su altura para poder estar cerca de su oido.- puede ser algo tonto pero puede defenderte, no es diestro en la cocina pero puede sorprenderte cuando se esfuerza.- cuando logró su objetivo de sonroja a la elfo le dio una palmada en la espalda.- aparte es muy tímido y torpe para decirte que le gustas.- se carcajeo cuando la elfo miro enojada al castaño.

- ¡oye tu humano tonto!- jalo la roja bufanda haciéndolo caer al suelo.- soy capas de defenderme sola, pero tu eres muy idiota para cuidarte a ti mismo.- el castaño en el suelo fruncio en ceño y su cara tomó un leve rosa.- yo te defenderé de ahora en adelante así que no te separes de mi.- sin esfuerzo alguno lo colocó en su hombro, lo llevo dentro, estaba hambrienta y alimentaria a su compañero.

- ¿puedo preguntar a donde me llevas?- trato inútilmente de bajar, la elfo era fuerte para ser una chica.

- vamos a comer, estar flaco y débil, si quieres protejerme tendrás que esforzarse de ahora en adelante.- el castaño se quedó pensativo, no era capaz de manejar una espada correctamente, ¿cómo sabía que el quería protegerla?

- ¡SOREN!- al oir como la risa de su amigo subía de tono, comenzó a gritar palabras que sólo el rubio entendía y lo hacían reír más fuerte.- ¡PROMETSTE CERRAR LA BOCA¡- fue lo último que escuchó antes de ver al castaño desaparecer por las puertas del santuario.

- ¡PROMETSTE CERRAR LA BOCA¡- fue lo último que escuchó antes de ver al castaño desaparecer por las puertas del santuario

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El guardián de la última luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora