Electricista •13•

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Temo sostenía a su bebé en su regazo mientras su ahora esposo montaba todo un show frente a ellos. Parado sobre una silla del comedor arreglaba el foco de su habitación pues el socket se había arruinado.

- ¿Por qué no llamamos a Pepe? Aprovechemos que está en la ciudad y así viene a ver a su sobrino ¿Tu que dices, Mailo?- dirigió la última pregunta a su bebe, este solo balbuceó.

- Está bien, amor, yo puedo hacerlo- contestó un seguro Aristóteles con las pinzas en mano.- Aún recuerdo cuando papá y tío Tulio me enseñaron algo de electricidad, esto es sencillo.

Temo se quedó mirando como el rizado batallaba con algún cable y supo que no lo haría ceder fácilmente.

- Está bien, pero al menos deja que papancho te ayude, él puede...

- Temo, estoy bien. No falta mucho.

- Llevas ahí más de una hora- murmuró besando la cabecita de su hijo.

- Eso no importa, lo importante es que el foco no explote si lo prendemos.

- Pero para eso namás hay que cambiar la cosa de plástico no hacer un hoyo en el techo, yerno. - se escuchó la voz de Papancho entrando a la habitación.

Aris rodó los ojos. Él sabe lo que hace.

- Ya, Papancho. Confío en mi electricista marido, así que ¿Por qué no me acompañas a darle de comer a tu nieto? Solo come si su abuelo lo alimenta.- le pasó el bebé a su papá y este en seguida sonrió.

- Ay mijito, de saber que te quedarías con este te impedía la boda. - su peculiar risa inundó la habitación haciendo reír también al más pequeño.

- Gracias por echarme porras suegro- dijo Aris ajustando un tornillo.

- Aguantese, Aristófanes que todavía no se me olvida que te lo querías llevar a escondidas a casarse- con esa mirada mortal Aristóteles se quedó callado.

- Vamos pá. Ahorita te traigo algo para que comas, Tahi.-

- Espera, Temo- habló Aris antes de que el mencionando saliera de la habitación. - Prende el shuich, creo que ya terminé. - bajó de la silla y se quedó mirando su obra maestra.

Temo lo miró un poco inseguro.

- ¿De verdad terminaste?-

- Sip. Vamos prendelo. - la emoción de Aristóteles le llegó a causar ternura.

- ¿Crees que tú padre lo logró, Maicol?- preguntó Pancho al bebé que estaba muy ocupado en babear su propia mano.

- Se llama Mailo, papancho. - corrigió Temo con una sonrisa mientras caminaba a la caja de luz.

- Por eso- contestó él restándole importancia.

Una vez que Temo encendió el aparato volvió y movió el interruptor del foco aguardando ansioso el resultado. Pacho parado en el marco de la puerta con su nieto veía la escena con una sonrisa burlona. Parecía saber en lo que acabaría el asunto.

El foco se prendió, si. Pero después se apagó.

- No se supone que haga eso- comentó Aristóteles confundido.

Y una explosión los hizo agacharse y cubrirse el rostro.

-¡Estúpido foco!- gritó Aris frustrado y lanzo las pinzas al suelo.

- ¿Estás bien?- Preguntó Temo preocupado. Dió un vistazo rápido a su hijo y a su padre pero estos no parecían mínimamente afectados.

- Lo estoy. Lo lamento, creo que al final si le llamamos a tu hermano- dijo decepcionado de si mismo.

Las manos de su esposo en sus mejillas lo hicieron mirarlo y la sonrisa que tenía en el rostro lo mejoró todo.

- Al menos lo intentaste- se encogió de hombros dejando un pequeño beso en los labios del rizado.

Y un par de risas los obligaron a mirar del otro lado del cuarto, donde su Mailo y Pancho morían de la risa. Estaban seguros de que el pequeño imitaba a su abuelo.

- Mejor si impedía la boda mi Temístocles- logró decir Pancho entre risas- Este pelos de Maruchan solo hizo algo bien y fue a mi nieto.

- No solo eso, suegro. También le hice muy feliz a Temo mientras le hacíamos a su nieto- los colores se fueron del rostro a Temo al mismo tiempo que la risa de su padre se apagaba.

Bien, definitivamente tenía que lanzar a su esposo por la ventana antes de que su padre lo hiciera y lo dejara viudo.







Inspirado en mi tío que vino a hacerla de a electricista y casi se electrocuta porque ya se le había olvidado el shuich y dedicado a mi foco que explotó de la nada.

R.I.P Mi foco :v

Disculpen si hay faltas de ortografía.

ARISTEMO «one shots»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora