-¿¡Que te paso!? ¡Tienes el labio roto y un moretón en la mejilla! - exclamó Angie con una expresión de preocupación.
-¿Enserio? Y yo creía que todos lucían así.. - Solté de forma sarcástica.
-Creo que no es momento de bromas, ¿que te ha paso, hermano? - Está vez hablo Evan, no creo que pueda verme tan mal para que alguien como él se preocupe por mi.
-Solo... Paso y ya... -
-No me digas que Amadeus tiene que ver con esto, porque cada vez que llegas cambiado o peor que eso; golpeado, le involucra a él.- recriminó Angie.
-Debes meterte en menos problemas... Además que arruinaste tu tierna cara. - Catalina habló por primera vez desde que llegué.
-Lo tendré.... -
-¡Claro que lo tendrás! No puedes ir así por la vida, estúpido. Nos contaras la historia gustes o no. - Angie pronunció todo con una voz tan firme como cuando uno de tus padres te hablaba con un inconiente que habías tenido en la escuela.
-Pues bueno.... -
Tome una cantidad normal de oxígeno, parpadee un par de veces y humedeci mis labios antes de comenzar a contarles mi maravillosa mañana donde aquel ser alado dirigio su dulce cántico hacia mí.
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¡Hey, Amadeus!
Teen FictionCuando le ví por primera vez su aspecto me enamoró. Era un Ángel. Un ser amado por Dios. Simplemente era Amadeus. Mi dulce Amadeus.