-Te hemos visto más feliz de lo normal estos días, ¿algún logro en algún juego o por fin conseguiste novia?-
- Ja Ja que gracioso, no es ninguna de tus dos putas opciones oxigenada; hable con Amadeus.. -
-¿En la vida real o en tus sueños húmedos? -
-... Ambos.. - Susurre con un tono casi inaudible.
Mi pequeña compañera se largo a reír, tanto que pequeñas lágrimas caían por las oscuras piedras que tenía como ojos. Al parecer si escucho.
-Haber, según mi teoría tu, mi buen amigo, no le hablaste ya que no tienes las pelotas para hacerlo. El chico, o chica, lo hizo. De eso estoy segura.-
Levante mi dedo indice intentando sacar algún argumento en contra de su comentario, pero repasando la situación fue tal cual ella lo describió. Mire a otro lado para no encontrarme con su mirada.
-¡Ves! ¡Lo sabia! - Comenzó a reírse de mi.- Venga deja de hacer ese puchero tan tierno que estas haciendo ahora, lindo.
Si cualquier chica hermosa como lo era Catalina me dijera "lindo" o se refiriera a algún acto mio como "tierno" me ilusionaría tan rápido como pasa una estrella fugaz, pero no podía hacerlo con ella por una simple razón: le gustaban las chicas, es mas, tenia pareja, una linda chica extranjera por la cual todos mis amigos mas de una vez habrán tenido un sueño húmedo imaginándola a ella y a Cata juntas.
-La próxima vez intenta hablarle, siquiera descubre su nombre, porque seguramente habrá una próxima vez, tenlo por seguro.- Me dio una cálida sonrisa.
-Ojala tengas razón...-
Comente antes de que el profesor atravesara la puerta con el fin de comenzar su clase. Espero tener el valor de preguntarle su nombre.
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¡Hey, Amadeus!
Dla nastolatkówCuando le ví por primera vez su aspecto me enamoró. Era un Ángel. Un ser amado por Dios. Simplemente era Amadeus. Mi dulce Amadeus.