Mi casa era un desastre. Solo estamos Cherry y yo, y aun así parecía un basurero.
Coloque mi ropa sucia a lavar y corrí hasta la cocina a lavar la losa de hace una semana y media. ¿Cual es la razón de mis repentinas ganas de ordenar? Una muy simple; mis padres vienen de visita, bueno, mas bien de inspección. Cada cierto tiempo vienen a ver que tal me va, me avisan un día antes de su visita así que el tiempo para mantener todo bajo control es muy poco ya que, como sabrán, soy un universitario sin ganas de hacer nada así que todo el lugar tiene capaz de suciedad.
Termine, la losa era lo ultimo que quedaba, justo a tiempo. Sentí que llamaban a la puerta y al ir a abrir eran ellos, mis padres. La pesadilla comenzaba.
-¡Hijo! ¿Como estas?, ¿Que tal haz comido?, ¿Y la pequeña Cherry?- Comenzó a preguntar al momento en que me vio, no se que responder y el silencio reinó.
-¡Meow! - Cherry ronroneaba y se refregaba en la pierna de mi madre, ella la amaba demasiado.
-Bueno... Pues pasen. - Me moví hacia un lado de la puerta permitiéndoles el paso a lo cual ambos ingresaron de inmediato.
-¿Que tal va la universidad? - Pregunto mi padre mientras tomaba asiento.
-Pues bastante bien la verdad, creo no haberme equivocado. -
-¡Y como no te hiria bien si tus fotos son grandiosas! Mis amigas amaron las sesiones que le hiciste a Cherry para promocionar el refugio. - Expresó mi mamá con suma alegría en su tono de voz.
Adopte a Cherry del refugio que tiene mi madre cuando tenía dos meses, la encontraron tirada en un basural junto a otros tres gatitos, no había rastro de la madre. Eso pasó hace dos años, cuando estaba comenzando a independizarme. La pequeña tuvo un enorme cambio y por ello mi madre decidió hacerla el rostro del refugio.
-Es verdad, tus fotos son buenas, pero aún así ¿no haz tenido algún problema? Sabes que si algo te complica puedes hablar con nosotros. - Comentó con un tono tranquilo, característico de él.
-No, no, estoy bien como les dije, en poco tenemos que entregar unas cuantas fotos con algún modelo así que estoy en busca de alguien que me llame la atención.
-Yo conozco una chica muy hermosa, pero hermosa de verdad, con unas curvas y un rostro de ángel, ¡Imagina lo lindo que serían si tuvieran niños! -Mi mamá aun estaba en la búsqueda de una novia para mi, según ella en un tiempo más ya quería nietos.
-Solo es un modelo para una pequeña sesión, querida. No una pareja de por vida.
-Pues vale. -Se cruzó de brazos e infló su mejilla.
Mis padres se llevaban bastante bien, de complementan como no he visto a nadie. Mi padre es un hombre de 42 años, maduro y tranquilo, que ejerce de profesor de historia en un colegio de la capital del país, osea, en la misma ciudad donde yo vivo. Mi madre por el contrario es una mujer de 38 años, muy habladora y activa, como mencione tiempo antes dirige un refugio donde ella es la veterinaria.
Solté una risa a pensar en cómo se relacionaban, ellos me miraron, luego se miraron y también comenzaron a reír.
-De verdad que los quiero un montón...-
-¡Y nosotros a ti Maxi! - Exclamó mi madre mientras habría sus brazos.
Sin dudarlo fui hacia ella para aceptar su abrazo, mi padre también se uní y claro, Cherry nos ronroneaba en las piernas.
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¡Hey, Amadeus!
Novela JuvenilCuando le ví por primera vez su aspecto me enamoró. Era un Ángel. Un ser amado por Dios. Simplemente era Amadeus. Mi dulce Amadeus.