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Capítulo 4

* * *

(...) ¿Qué opinas de un orgasmo   mental? (...)

* * *

Se sentó en una de las sillas cercanas a la mesa y se apoyó al respaldo. Pasó a la segunda hoja con los dedos índice y pulgar en la esquina. Su boca estaba seca y sus cinco sentidos todos puestos en aquel cuaderno, quizás fue un sexto que le advertía de alguna manera que aquello que estaba por curiosear no le traería buenos momentos.

El primer escrito apareció delante de sus ojos, y como hallazgo al mundo comenzó a leerlo con mero detenimiento. Se percató de que era una especie de recuento sobre lo que tenían pensado hacer para el atraco y una chispa imaginaria se le prendió en la mente. Como si hubiese encontrado el tesoro buscado por mucho tiempo se sobresaltó y un sentimiento de satisfacción le recorrió entero. Comenzó a hojear más de prisa notando la cantidad de hojas que habían escritas de punta a punta, creyendo que aquello sería su salvación para acabar de una puta vez con el atraco y quedar como el héroe que lo resolvió todo. La pista aquella que tanto buscaban.

Pero leyó una palabra en uno de los escritos que lo hizo detenerse: 'RAQUEL' había escrito al comienzo de una de las páginas. Le entró mucha curiosidad y a la vez sin saberlo un sentimiento de molestia, como celoso de que yo haya escrito su nombre en ese libro.

Se recostó sobre sus rodillas y corrió sus manos hacia el borde lateral del cuaderno, abierto este de par en par, y comenzó a leer:

Página 22

🕉 PROTOCOLO 🕉

Raquel me hizo el día hoy. ¿Por qué? Me cuesta hasta decirlo, pero a la vez lo pienso y solo me viene a la mente una palabra: felicidad, felicidad como nunca antes había sentido. Será difícil y lo sé, pero solo puedo pensar en que me acaba de volver el hombre más feliz del mundo. Voy a contarlo todo para poder explicarme mejor, hoy...

- Ya estoy aquí. - Aclaró Prieto echándose al bolsillo el teléfono después de haber colgado la llamada. Ángel reaccionó de inmediato y de un golpe cerró el libro, escondiéndolo en su abrigo. - ¿Has encontrado alguna pista en lo que has visto hasta ahora?

Ángel tragó saliva y pensó en el cuaderno que había encontrado, pero se rehusó a entregárselo, no cuando había visto que habían temas de Raquel escritos. Primero lo leería y después llegaría a la conclusión de entregarlo a investigación o no. Se puso firme.

- Lo siento Coronel, no.

- Bueno, está bien, veremos después qué determina el equipo de la científica. Vamos a preparar ahora el interrogatorio con Murillo.

- ¿Por qué no probamos suerte esta vez con el resto de los atracadores, quizás alguno deja de resistir y logramos algo? - Propuso Ángel tratando de aliviarle peso a la situación.

- Pero que no ves que no estamos para perder el tiempo. Que ese tipo anda por ahí suelto y estoy seguro que la que más información nos puede dar es ella. Sigamos insistiendo, en algún momento va a caer.

Respiró hondo y asintió benevolente.

- Está bien, veré que la traigan.

* * *

En estos momentos estas figuras de origami son lo único que me tranquilizan. ¿Razón? Bueno, digamos que se acerca una parte de la historia que no me resultará fácil de contar, quizás no lo haga, no creo tener valor. Puede que suene frío, pero debéis creerme cuando os digo que estoy destrozado por dentro. Os haré una pregunta. ¿Alguna vez os habéis esforzado mucho para que algo salga bien, y al final el destino decide arrebatároslo? Y no, no hablo del atraco, ni del dinero, hablo de algo mucho más importante, algo que cambió mi vida por completo. Siento mucho ponerme tan sufrido, siento no poder contarlo como desearía, pero si conociérais a lo que me refiero me comprederíais. Quizás no todos estamos hechos para el mismo final.