Capítulo 40 No había motivo para hacerlo

95 16 0
                                    

El domingo tuvimos un día muy ocupado mi hija y yo después de salir de la junta nos fuimos a comer a una pequeña fonda, para Melina pedí unas croquetas de pescado, con arroz y una sopa, para mi pescado y ensañada.-Come mi amor

-Oye papi, pero yo no tengo material para hacer los dibujos

-¿Que necesitas?

-Hojas, colores, plumones, plumas de colores

-Terminamos de comer y vamos a buscar algo

-¡SI!

-Mientras comes, le llamare a tu mamá

-Si

Tardo más de lo debido en contestar.- Hola mi amor ¿Como estas?

-Bien y ustedes

-Bien también, estamos comiendo y aproveche para hablarte ¿Ustedes que hacen?

-Nada realmente estamos en la sala acostadas viendo películas, la verdad no tenemos ganas de nada, estamos de flojas en pocas palabras

-Esta bien mi amor, no todos los días están así

-Y ¿mi niña como esta?

-Muy bien, esta comiendo y que crees ya tiene trabajo

-¿Que? Gabriel, mi hija no puede estar trabajando

-Ya lo sé cuando lleguemos dejare que ella te platique lo que hizo, por cierto yo creo que mañana Melina no va a la escuela, vamos a llegar de madrugada y va a estar muy cansada

-Si sobre eso, mando un correo su profesora no se va a presentar entonces, no hay problema

-Que bueno, entonces llegamos directo a la casa, otra cosa me comenta Vladimir que nos quiere ver en su casa ¿Te veo ahí?

-¿No vas a ir al trabajo?

-¡Ay es verdad!

-Entonces te veo en el trabajo, no espera vamos a llegar a casa como a las 2 de la mañana te veo en la casa

-Esta bien mi amor, oye te dejo porque aquí me están diciendo que me calle que no las dejo escuchar, te amo, dale un beso a mi niña por mi

-Claro mi amor, también te amo

-Papi, ya termine

-Entonces vámonos

-Quiero ir antes al baño

-Ve te espero-. Fuimos a comprar lo que necesitaba, ella realmente no lo veía como un trabajo sino como un juego, llegamos de nuevo a la empresa y nos metimos a una oficina vacía para trabajar, ella se tomo muy enserió su papel yo mientras aproveche para adelantar un poco del trabajo de mañana.- Te están quedando muy bonitos

-Papá no me hables

-¡Ui perdón!- Me puse a ordenar los trabajos que tenia sin guardar y a buscar nuevos contactos que quisieran colaborar con nosotros, hice un par de llamadas, mi trabajo realmente era ese buscar nuevos clientes y yo tengo el don de la palabra y siempre lograba convencerlos, pasaron unas dos horas y mi hija por fin había terminado

-Ya termine

Me hablo pero no le hice caso, solo le moví la cabeza para decirle que si

-Te estoy hablando ¿Como me quedo? ¿Ya no me vas a hablar? Papi solo te dije que no me hablaras cuando dibujaba porque no me puedo concentrar, no te enojes conmigo

-¡Ay mi amor! Contigo no puedo jugar, te lo tomas todo enserió, no estoy molesto

-Pensé que si

Yo nací para amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora