Yo nací para amarte

Capítulo 5 Ahora te toca a ti esperar

Las niñas terminaron su tarea, jugaron un rato mientras Gabriel y yo no hacíamos cariños en la cama de Samanta.-Deja que valla a cambiarme, me va a dar frio

-Vete, pero rogaras más tarde porque estos fuertes brazos te abracen

Me levante, tome uno de los cojines y se lo lance.- Quisieras-. Salí corriendo a cambiarme

Más noche

-Tienen que tomar sus vitaminas

-Solo una cosa papi

-¿Nos cuentas un cuento?

-Claro, pero mañana

-¡Papá!

-Bueno, este era un hombre tan guapo, llamado Gabriel ¿Saben quien era?

-No

-Era yo, muy guapo y valiente, pero tenia tres hijas

-¿Como nosotras?

-Si, muy feas

-¡Oye!

-Así es el cuento, bueno entonces una noche las tres hijas desaparecieron de su cuarto, pero fue porque una Reina las invito a su castillo y les dio una pócima para ser hermosas, les dijo si se la toman serán las más bonitas de todo el mundo

-Que padre papi

-Si ¿Saben que es lo mejor? Que yo tengo de esa pócima y las puedo hacer todavía más bellas

-Yo quiero

-Y yo también

-Haber abran la boca

-Que asco

-Ahora ya se porque mi tía dice que la belleza cuesta

Les di un beso y las arrope.-Dulces sueños

Cuando yo entre las niñas ya estaban dormidas.- Apenas venia yo a darles las vitaminas ¿Como le hiciste? ¿No se las tomaron verdad?

-Si, les conté un cuento para que lo hicieran, esta vez funciono, mañana lo dudo

-Yo quiero pero mi pastilla para dormir, te invito una-. Nos fuimos abrazados

...

-Mamá ¿Es verdad que papá y tú ya no se ven a divorciar? Me dijo mi hermana

-No mi amor, nunca a estado en planes divorciarme de tu papá ¿Entonces tú sabias lo que le preocupaba a tu hermana?

-Si, pero ella me pidió que no dijera nada, lo siento

-No te preocupes entiendo que quieres a tu hermana y que haces todo lo que ella te dice, pero ya puedes dormir tranquilo-.Lo arrope bien y bese su frente.-Dulces sueños angelito-.Fui al cuarto de mi hija y me la encontré dormida lo cual eso no había pasado ya en mucho tiempo a un así me acerque a ella para darle un beso.-Duerme bien mi niña.-José ya había estado con ellos, se supone que él se estaría bañando, cuando entre a la recamara él iba saliendo del baño, con el cabello mojado y la toalla envuelta en la cintura.- Creo que ese baño te hizo muy bien-. Dije mientras caminaba hacia él de manera seductora

No deje que se acercara más, de inmediato la detuve.- ¿A que juegas? Laura

-¿Como que a que juego?-. Dije apartándome.- Eres mi esposo, es normal ¿No?

-Ahora es normal ¿Y cuando yo te buscaba? No te importaba mucho el ser mi esposa, quizá pienses que dejaste a nuestra hija tranquila, pero a mi no, no sé que rayos te paso desde que llegamos aquí, que una semana después empezaste a cambiar-. Hablaba con ella mientras me cambiaba.- Ya no se cuantas noches te busque sin tener suerte y tu manera de evitarme era, me duele la cabeza, no tengo ganas, estoy en mis días y las cuatro veces, Laura las conté las cuatro veces que estuvimos juntos fue porque tú querías