Capítulo 41 Me encanta como se riza tu cabello con la humedad

119 15 0
                                    

Llegamos a nuestra casa, todo el camino mis hijas vinieron muy calladas, ver que Vladimir golpeara a su hijo les afecto demasiado y es que ellas no están acostumbradas a esos tratos.- Ya no estén tristes, mejor cuéntenle a su hermana que le tenemos una sorpresa

-Mami, Melina esta llorando

Desde donde yo estaba no podía verla.- Mi amor ¿por qué lloras?

-Fue mi culpa, que le pegaran

-No hija no quiero que pienses eso

-Tal vez si yo no hubiera dejado que me escondiera ahí

-Aun así fuera el caso, él no tenia motivo para reaccionar de esa manera

-A mi me dio mucha tristeza verlo llorar, trato de hacerse el fuerte pero no pudo

-Fuiste muy buena con él mi amor, al ir a buscarlo para consolarlo un poco

-Niñas, Julen hay algo que les debe quedar muy claro, los golpes no educan y lo que Vladimir hizo no estuvo bien

-Tendría que ser muy fuerte algo que ustedes hicieran para que nosotros nos atrevamos a ponerles una mano enzima, pero como eso no va a pasar

-¿A quien le llamas Dany?

-A Said, para que vallan a la casa, porque tengo algo para los niños, pero no contestan

-Bueno haber si te regresan la llamada

-Pasemos a comprar algo de comer, para no llegar a preparar nada

-¡Pizzaaa!

-Si es buena idea-. Gabriel y yo nos bajamos de la camioneta para ir por las pizzas.- ¿Cuantas crees que sean convenientes?

-No sé José unas seis

-¿Si crees que nos alcancen?

-Yo no soy bueno calculando

-¡Ay ya! Vamos a llevar seis y ya

Nos dieron nuestra orden y nos fuimos para la casa, no teníamos ni cinco minutos cuando llego Said con su familia.- Pasen, estamos a punto de comer

-Gracias por invitarnos, no podemos quedarnos mucho tiempo, los niños tienen mucha tarea

-Si ya se me hacia raro que no fueran a los entrenamientos

-Ya vamos a comer

Deje que terminaran de comer para ir por la sorpresa de los niños.- Ahorita regreso, no tardo, Gabriel, mi amor me ayudas

-Si vamos-. Subimos al cuarto y yo no puede evitar darme cuanta lo bien que se veía con los jeans ajustados.- ¡Dany mi amor!

-¡NO! Gabriel conozco ese tono de voz, tenemos que bajar para darles su regalo a los niños-. Se acostó en la cama y amenazo con no levantarse.- ¿No me vas a ayudar?

-No

-Esta bien-. Tome todos los libros, pero antes de salir le hable de nuevo.- Muy bien mi amor, ¿pero vez esto?-. Señale mu cuerpo con mi mano.- No va a ser tuyo en la noche

-¡Daniela! Bueno ya te ayudo, dame los libro

-Gracias, que amable eres-. Me ayudo con todos los libros, íbamos en las escaleras y con toda la intención le di una nalgada

-¡Oye, me vas a tirar!

-Callate sigue caminando

-Vamos a ver si al rato te aguantas

-Si, si ándale

-Mami ¿Por qué tardaron tanto?

-No mi amor, para nada, vengan niños, les compre unos libros espero les gusten

Yo nací para amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora