Realidad [Shizaya]

Capítulo XI

Tecleado, no sin antes soltar una risa divertida, ella le mostró su aparato mucho más animada— [Bueno...Este Izaya también se da un verdadero festín contigo, cada vez que te ve usar ese gorro]— No le sorprendía. Ese Izaya y el suyo, no eran tan diferentes.

Verificando el reloj de su celular, ella se lo quitó para revelar sus apelmazados cabellos ya descolorados. Apartándose de su lado, Shizuo abrió levemente los ojos para ver cómo ella le daba una leve mirada al pequeño bebé sobre la cama, antes de volver a su lado y aplicar en forma de un suave masaje un producto nutritivo, antes de enjuagarlo con ayuda de esa regadera extensible que tenia la ducha.

—[Por favor, inclina la cabeza un poco]—Le escribió mientras encendía ese ruidoso secador

—Ahora que lo pienso Celty. Los niños mencionaron algo de licencia médica...Trabajo con un sujeto llamado Tom. ¿No es así?— Intentó recordar de alguna manera cuál era el trabajo que ese Shizuo tenía. Uno era guardaespaldas de la pulga y el otro seguramente sería con Tom.

Con ayuda de sus sombras Celty le mostró su aparato, al mismo tiempo en que se encargaba de enjuagar bien su cabello, para eliminar todo rasgo de pintura.

—[Si, trabajas con un hombre solamente por mitad de tiempo y más para hacerle un favor a ese sujeto, más que nada]—¿Eh?¿Dónde estaba su trabajo entonces? Si le decía que estaba siendo mantenido por la pulga, definitivamente se golpearía la cabeza solo contra la pared, con tal de largarse de ese lugar. Lo mínimo que quería era depender económicamente de ese idiota. Ya demasiada tenia con vivir en una propiedad que seguramente estaba en nombre de Izaya. De pronto, la curiosidad pareció haberla rodeado, cuando dejó de masajear su cabello para girarse hacia él por completo—[Tienes una buena cantidad de dinero en el Banco Nacional a nombre de un alias que Izaya creó para ti, para que no te quiten los daños hechos en la ciudad. Lo que supones es cierto, si, generalmente haces de guardaespaldas de un cobrador de deudas llamado Tom. Pero también eres dueño de un bar dentro del centro del distrito de Ikebukuro]—Le confesó Celty así como si nada—[Cuando se graduaron, Izaya tuvo que partir de la ciudad por dos años, mientras que tú te quedaste aquí a trabajar de camarero en ese bar...]—Borrando con calma, ella se tomó un momento para teclear rápidamente más de la cuenta—[Cuando Izaya volvió, junto con tu hermano Kasuka que ya estaba recibiendo su sueldo como modelo, decidieron ayudarte a comprar el bar donde trabajabas]—Okey, eso era nuevo— [Izaya siempre respetó tu decisión de no querer estudiar más y dedicarte a trabajar. Por eso, apenas comenzó a recibir sus pagas como informante se decidió a ahorrar en una cuenta de ahorro, para luego en un futuro ayudarte a comprar ese bar. ¡Odiaba verte trabajar cómo un simple camarero! Él deseaba que fueras el dueño, no el empleado. ¡Y lo logró! :)]— ¡Y pensar que el Izaya de su realidad se había encargado personalmente de hacerlo hechas de su trabajo!—[Apenas pudo lograr una cantidad razonable y abultada de dinero, soborno al dueño del bar, para convencerlo de venderlo. Lo compró a tu nombre y de lo regaló cuando cumpliste 21]—¡Dios! En efecto, ese Izaya parecía tan enamorado de él.—[Por supuesto, en un principio te negaste a recibirlo. Pero Izaya te convenció, mediante medios que no estoy dispuesta a decirte...]—Shizuo no necesito preguntar, para saber que eso significaba algo pervertido. Continuando escribiendo ella agregó—[Dejaste a un tipo llamado Kadota bajo su cuidado y manejo, tú solamente sueles ir una noche cada semana y es más que nada para revisar cómo va todo. Solíamos ir con Shinra antes a tomar una copa, lo convertiste en un lugar muy bonito para visitar y pasar el rato]— ¿Era eso cierto?¿Era dueño de un cochino y por lo visto, reconocido bar? Y todo gracias a esa pulga insoportable.

—¿Kadota?

—[Si. Él se convirtió en tu socio luego de que Izaya te lo propuso, creo que eran compañeros junto con Shinra cuando iban a la escuela]— Colocándole una toalla sobre sus mojados cabellos para que se secara por sí solo, ella agregó—[Izaya odiaba verte en ese traje de camarero que siempre andabas trayendo, de hecho más de una vez se encargo de dañar los trajes, de todas las formas que encontraba posible...]—Comentó divertida— [He incluso una vez, Shinra me comentó que estaba usando uno de tus chalecos para limpiar el suelo de su oficina, luego de que se le cayera café]—¡Maldita pulga malnacida!¡Le daría una jodida patada en el trasero, la próxima vez que lo vea entrar por esa puerta! Nadie se atrevía a dañar los trajes que su hermano menor le había obsequiado y salía sanamente vivo.