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Justo después de que el rubio saliera Izuku retomó su lectura y un rato después se quedó profundamente dormido.

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"¡Kacchan!" "Kacchan... ¿siempre seremos mejores amigos?" "Te quiero Kacchan." "Adiós... Kacchan"

 –N-no.. no me dejes... ¡regresa..! –.

"Volveremos a estar juntos, lo prometo; pero mientras no esté... no importa que pase... nunca me olvides..."

 –¡No espera, no! ¡NO ME ABANDONES! –.

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 –¡KACCHAN! –el pecoso se despertó de golpe. Otra vez ese sueño, ese rostro irreconocible, ese apodo y esa frase de despedida. ¿De dónde salieron? No lo sabe.

Izuku decidió salir al campus a tomar aire, relajarse e intentar olvidar ese 'absurdo' sueño. Se bajó de la litera, se colocó su gorro, se puso los zapatos, tomó sus llaves adornadas con un llavero de una explosión caricaturizada y salió de la habitación.

Curiosamente llevaba ese extraño llavero a todas partes desde que tiene memoria, lamentablemente no recuerda el por que, ya que al parecer la razón la olvidó junto con sus otros recuerdos. No podía sacarse ese sueño extraño de su cabeza. Unos días después del accidente comenzó a tener ese sueño; la primera vez no le dio mucha importancia, pero conforme pasaba el tiempo, el sueño se repetía casi todas las noches. En cada sueño mostraba, al parecer, un momento distinto sobre su infancia; y antes de despertar esa escena con ese mensaje.

 –Necesito respuestas. ¿Quién es 'Kacchan'? ¿Acaso es o fue alguien muy importante en mi vida? –se preguntó mirando al cielo y tratando de imaginar como sería esa persona.

 –¡Izuku-kun! –se escuchó a lo lejos que alguien le hablaba. Se le acercaba sonriente saludándolo una chica de cabello y ojos color castaño.

 –Uraraka-san, ¡hola! –respondió el pecoso devolviendo el saludo.

 –¿Cómo sigues con tu herida? –preguntó al ver el brazo vendado del pecoso.

 –Ya casi sana del todo, el doctor dijo que en una semana me quitarían la venda –respondió el pecoso sonriente por eso, ya llevaba una semana con el brazo vendado y tenía que cambiar el vendaje cada cierto tiempo.

 –Eso es bueno. ¿Y sobre tus recuerdos? ¿Sigues con esa pesadilla? –Ochako, al ser la mejor amiga de Izuku desde la secundaria, fue de las primeras persona en enterarse del accidente de este; y hasta ahora la única en saber de los extraños sueños que tenía constantemente.

 –Sigue todo igual, estaba pensando en eso mismo porque hace un rato volvió a suceder –dijo Izuku incómodo, recordando aquel extraño sueño.

 –Estoy segura que pronto encontrarás una explicación a eso –dijo Ochako animándolo.

 –Gracias Uraraka-san, y dime... ¿ya le declaraste a Iida-kun tus sentimientos? –dijo el pecoso con una sonrisa pícara, divertido por la cara de su amiga.

 –¡¿Qu-qué?! –reaccionó sonrojada la castaña.

Desde la preparatoria, estaba enamorada de uno de sus amigos, Iida Tenya, pero siempre tenía complicaciones para decirle lo que sentía.

 –Am... b-bueno... N-no le he d-dicho nada... ni sé si sentirá lo mismo que yo pero... no me siento lista aún Izuku-kun. No sé que hacer... –le dijo al pecoso con la voz entrecortada y lágrimas asomándose de sus ojos.

Nunca me olvides (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora