probablemente
había sido muy
difícil para él
adaptarse a un
ambiente tan
distinto como
aquel.
es que mark lee
siempre había sido
una persona ruidosa
y extrovertida. ¿qué
hacía él trabajando
en una silenciosa
biblioteca?
pues, el dueño
de esa la escuela
le había conseguido
el trabajo tras la
despedida del anterior
bibliotecario por
razones desconocidas.
mark se sentía como
en la secundaria otra
vez. con todos esos
adolescentes estudiando
y probablemente con
mucho estrés acumulado.
desde que trabajaba allí,
el canadiense era una
persona distinta. se le
veía desinteresado y no
hablaba demasiado.
y un día todo volvió
a ser como antes.
huang renjun había
hecho su reaparición.
ellos eran vecinos antes
de que mark se mudara
a busán. ambos solían
jugar juntos por largas
horas.
a pesar de cierta diferencia
de edad, los niños parecían
entenderse muy bien.
huang se veía tan hermoso
como recordaba. pero también
más maduro, facciones marcadas,
un buen ejemplo era su nuez
de adán, se veía increíblemente
atractiva la manera de tragar
saliva que tenía. seguramente había
usado brackets, pues sus dientitos
ya no estaban torcidos. su cuerpo
seguía siendo delgado y era un poco
más alto.
no, no había perdido el encanto.
mark estaba fascinado con la silueta
del menor y tan sólo pensarlo le hacía
mal. le excitaba de sobremanera sus
expresiones faciales, cómo le temblaban las manos de vez en cuando, cómo se apoyaba sobre la mesa de su escritorio, su sonrisa tímida ante un cumplido...
sí, era tan puro como solía serlo.
no, no había perdido su belleza.
mark no se atrevía a invitarlo a salir.
si bien pensaba que el menor correspondería, sería muy atrevido
de su parte hacerlo. huang era
sólo un estudiante y viejo amigo.
nada más. pero le deseaba tanto
que juraba follárselo cuando tuviera
la oportunidad.
