Corre el mes de Julio, estamos bajo el efecto de un gran anticiclón y como puedes imaginar hace un calor sobrehumano.
En esta época del año, toda la gente de mi pequeño pueblo suele ir a bañarse a la piscina y yo mientras tanto me quedo en mi habitación con el ventilador y un buen libro, en este caso estaba leyendo Joyland que por cierto me tenía enganchadísimo.
La idea de enfrentarme al calor de la calle no me hace demasiada gracia y como ya he dicho prefería quedarme en casa leyendo un libro o simplemente escuchando música mientras miro al techo con la mirada perdida pensando en cosas que es mejor no hacer, pero supongo que lo hacemos sin darnos cuenta y nos lastimamos a nosotros mismos.
Pero en fin a lo que iba, una mañana que estaba nublado y parecía que iba a llover nos sorprendió la visita de mi vecina Maria de la que no sabíamos nada desde hacia días, ella estaba pasando por una fuerte depresión junto con una ansiedad crítica causada por la muerte repentina de su hija Laura a la edad de ocho años.
Cuando nos enteramos de aquella triste noticia no podíamos creernoslo pero por lo visto, la pequeña Laura estaba jugando por la casa cuando tropezó con uno de sus juguetes y cayó escalera abajo hasta caer al sótano y darse un duro golpe en la cabeza que supuso su muerte instantánea. Su madre la estuvo llamando por toda la casa hasta que la encontró muerta en aquel lugar, aún se culpa por aquello puesto que pensaba que si hubiese llegado antes podría haber salvado la vida de su pequeña.
Pero sigamos con la extraña visita, mi madre escuchó el timbre de la puerta desde la cocina, se quitó el delantal y se puso dispuesta para abrir la puerta. No podía creer que que Maria fuese a vernos, la dejó pasar al salón y le ofreció unas pastas y un café pero se negó a ello, en realidad solo quería poder desahogarse con mi madre.
Yo como no tenía nada mejor que hacer me quedé en la escalera escuchando la conversación, pensaréis que eso es de mala educación pero lo que iba a escuchar merecía la pena.
Hola Ana, quería hablar contigo de algo que me ha pasado y tengo que hablar con alguien de esto...- dijo Maria-.
Claro, dime. - dijo mi madre-.
Verás...es que no es fácil de explicar...¿Recuerdas a mi pequeña Laura? - dijo ella-.
Por supuesto, ¿cómo iba a a olvidarla? - dijo mi madre-.
Es que verás el caso es que anoche, me visitó en sueños y me dijo que debía de salir de nuestra casa rápidamente que algo está allí y nos quiere hacer daño...- dijo ella-.
Espera...¿algo como qué? - dijo mi madre-.
No lo sé Ana, me desperté y no pude acabar de escuchar lo que me quería decir, solo logré escuchar pequeños fragmentos, pero de lo que sí me acuerdo es de una cosa que me dijo...- dijo ella-.
Maria, me estás empezando a poner nerviosa. ¿Qué es lo que te ha dicho exactamente? - dijo mi madre-.
Me dijo que...nunca bajara al sótano que allí pasaron cosas en el pasado que nunca se han solucionado y que hay alguien allí que no quiere que vivamos en la casa. - dijo ella, con la voz entrecortada y apunto de llorar-.
Maria, quizás sólo era un sueño y no debes de darle demasiada importancia, además que sepamos ¿no ha pasado nada raro en esa casa no? - dijo mi madre-.
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La casa de al lado.
ParanormalTodo empieza un verano de 1997, en la que mis vecinos escuchan unos ruidos extraños procedentes de su sótano, pero nunca se podrían imaginar lo que aquel lugar podía llegar a esconder. Una historia paranormal, llena de terror que te enganchará cada...