35 - ¿DESAPARECIDA?

97 15 20
                                    

—¿No has sido un poco duro con Max? Después de todo, ha confesado para proteger a Ángela.

Sebastián suspira y se pasa la mano por el pelo.

—Lo sé y me da rabia, pero tiene que ser así. ¿Qué imagen daría ante mis alumnos si fuera blando con mi hijo?

—¿La de una persona con sentimientos?

—No te burles, Cris. No sabes lo que es esto.

—Seguro que añoras los tiempos de profesor de la Universidad.

—¡No sabes cuanto! —Me río. —Dar clase a universitarios me encantaba, pero controlar a esta bomba de hormonas adolescentes...

—Vamos, Sebastián. Estoy segura de que tú puedes con ellos. No tiene que ser tan difícil. Sólo son unos críos.

—¿Ah, si? Entonces seguro que no te importará ayudarme y dar alguna clase por mí.

Sebastián estalla en una carcajada al ver la cara de pasmo que pongo.

—Bromeas, ¿verdad?

—Sí, bromeo. Pero si te apetece...

—¡No, gracias! Bastante tengo ya con lo que tengo.

Nuevamente estalla en una carcajada al ver mi reacción.

—Y hablando de eso. ¿Has encontrado algo en los libros que te he dejado?

—Muy poco —respondo desesperada —. Apenas hay información sobre la tierra de nadie y mucho menos sobre el castillo de Hades.

Sebastián me dedica una tierna sonrisa de circunstancias. Está claro que nos va a costar mucho saber a qué nos enfrentamos.

—Tal vez sepamos más esta noche en la invocación —comenta tratando de animarme. Yo le sonrío. —De todos modos, aún me tienes que explicar porqué fuiste tú allí sola. ¿Es que no eres consciente de lo peligroso que es?

—Tenía que hacerlo.

—¿Pero por qué? Creo que tienes mucho que contarme. ¿Me equivoco?

Me echo a reír ante su insistencia. Agradezco mucho que haya aceptado ayudarme sin hacer preguntas y sé que le debo una explicación, pero es todo demasiado complicado.

—Ten paciencia, Sebastián —le indico divertida —. No puedo estar contándooslo a todos uno a uno. Esta noche durante la invocación descubriréis muchas cosas y después os contaré yo lo que falte.

—¿Y me vas a tener con la intriga hasta entonces?

Me echo a reír. Sé que no puede evitar ser tan impaciente, pero es algo que debe esperar.

—Sí. Te voy a tener con la intriga —respondo divertida poniéndome de pie. Él resopla aburrido y yo me río. —Tranquilo, Sebastián. Esta noche se van a revelar muchos secretos y es posible que tengamos que ponernos a trabajar sin descanso para encontrar una solución a esto. Sé que estás deseando entrar en acción.

—Tienes razón —contesta acomodándose el su silla —. Esta vida de director me está aburguesando. —Me río. —Además, tengo ganas de verlos a todos. Están en camino ya, ¿no?

—Sí. Rose y Viktor deben estar al caer. Los demás no sé cómo van, pero creo que estarán aquí antes de la noche. Ahora me voy. Tengo muchas cosas que preparar antes.

—En ese caso, nos vemos allí. A las doce, ¿no?

—Sí. Venid antes y cenaremos todos juntos.

—Como en los viejos tiempos.

—Exactamente —contesto con un guiño antes de salir del despacho.

DC XI:UN MUNDO MEJOR √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora