47 - LA INVOCACIÓN

84 15 2
                                    

Rose

Observo a mi alrededor. Somos un gran grupo de brujos y brujas y todos tenemos mucho poder. Hasta minidrogo está meditando. No puedo evitar sonreír al verle. Está tan gracioso.

Por desgracia, faltan Drogo y Lorie. Suelto un suspiro pesado. Me preocupa mucho el lugar en donde están y lo que les pueda pasar. No me fío un pelo de Merlín y de su nieta y mucho menos de Mia.

De repente, siento algo sobre mis piernas. Agacho la cabeza y esbozo una divertida sonrisa. Blanquito está subido encima de mí y me suplica con la mirada para que le convierta.

Le cojo en mis manos y, poniéndome de pie, aviso a todos.

—Atención. La meditación ha terminado. Es hora de comenzar la invocación.

Todos se estiran y desperezan mientras que el resto de nuestros amigos salen al jardín. Entonces me coloco en medio de éste y, depositando al conejo en el suelo, recito el conjuro. Inmediatamente se materializa Amanda ante mí.

—Cada vez tardas más. ¿Acaso te gusta verme sufrir en ese cuerpo tan pequeño?

No puedo evitar reírme. Cada siglo que pasa se vuelve más gruñona.

—Hola, Amanda. Cuanto tiempo.

Ella mira hacia abajo al escuchar esa voz para encontrarse con minidrogo, quien le observa divertido.

—¿No me digas que otra vez? —pregunta sorprendida.

—No puedo con él —respondo clamándole al cielo —. En cuanto puedas, por favor, avísame. No sé cómo lo hace, pero siempre encuentra el libro de bolsillo.

—Te lo he dicho antes, mamá. No lo escondas con el whisky y no lo encontraré.

Amanda le mira sorprendida mientras que yo no puedo evitar reírme. La verdad es que, por muchos dolores de cabeza que me produzca, me encanta cómo es mi pequeñín.

—Amanda —le saluda Cris dándole un abrazo —. Menos mal que ya estás aquí. ¿Empezamos?

—Sí. Ya están todos avisados. Si no te importa, yo dirigiré la invocación. Vosotros solo dadme apoyo. ¿De acuerdo?

Asentimos y nos disponemos a crear un círculo mágico. En medio de éste se encuentra Amanda esperando. En cuanto todos hemos unido nuestras manos y conectado nuestra magia, ella comienza a recitar un conjuro.

—Venid a mí ancestros Osborne y Bishop. Vuestros descendientes os llaman. Acudid a ellos.

Un enorme rayo de luz blanca surge del círculo y, una vez se disipa, comienzan a verse visibles los ancestros. Están Marian, Juliette, Amelia y Laura. Sonrío emocionada al verles. Sobre todo a mi hermana.

Cris corre a abrazarlas a las cuatro y a presentarles orgullosa a sus hijos. Estos les miran alucinados. No se pueden creer que estén viendo a sus antepasados.

Tras los saludos y presentaciones, llega el momento de hablar en serio.

—Dinos, Cris. ¿Qué es lo que sucede? —pregunta Amanda.

—Mia ha ocupado el cuerpo de Fiona.

Noto como todas se ponen nerviosas al escuchar eso.

—¿Y dónde se encuentra Fiona? —dice Marian —. Te recuerdo que aún no me has presentado a mi nieta.

—Mamá... —le reprende Cris —. No es momento para eso. He descubierto donde está su espíritu. Está en tierra de nadie.

—Y nos has hecho venir para poder invocarle, ¿no? —comenta Laura —. Por cierto, ¿dónde está Drogo? Es raro no verle a tu lado.

DC XI:UN MUNDO MEJOR √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora