21 - EL LIBRO DE LAS BRUJAS

79 12 8
                                    

Draco

A regañadientes, voy a dejar a Ángela en casa. No me hace gracia separarme de ella y menos ahora que nos hemos hecho novios, pero no me queda más remedio. Todavía es una niña y están sus padres de por medio.

Para mi sorpresa, sus padres han acogido con gran regocijo la noticia. Parece ser que ambos esperaban que algo surgiera entre Ángela y yo. Eso me ha colmado de alegría. Aunque viendo la generación del baby boom, seguro que cualquiera les hubiera parecido perfecto.

Les comento lo que me ha comunicado mi madre y ambos asienten satisfechos. Acudirán a la reunión de mañana por la noche y Ángela irá con ellos. Eso me alegra. Me sentiré mejor con mi chica a mi lado.

Tras darle un suave beso en los labios de buenas noches a mi novia (Aún no me lo creo. ¡Ángela mi novia! ¡Jódete, Max!), abandono su casa en dirección a la mansión. En cuanto llego, voy directo al despacho donde escucho una curiosa conversación. Decido quedarme aparte para escuchar.

—¿Por qué no se lo has contado? —pregunta Nicolae.

—¿Habría cambiado algo? —contesta mi madre.

—Lo habría cambiado todo. Cris, por favor, deja de ser tan cabezota y dile de una vez la verdad.

—No puedo —responde mi madre entre sollozos —. Me da mucho miedo. ¿Sabes cómo se lo tomará? Prefiero que piense que soy una egoísta a que soy una irresponsable. Sabes de sobra que no puedo con esa carga.

—Cris...

Veo como mi madre se lanza a los brazos de Nicolae. Eso me intriga. Sé que ellos han tenido contacto durante estos años. El mismo Nicolae lo reconoció, pero... ¿Qué es eso tan gordo que mi madre esconde? ¿Por qué le da miedo contárselo a mi padre?

Decido entrar de golpe en el despacho para que se den cuenta de que les he pillado. Los dos se vuelven hacia mí sorprendidos.

—¿También pensabas utilizarme a mí? —pregunto molesto.

Mi madre me mira con una inmensa expresión de tristeza.

—Por supuesto que no, mi niño —contesta acercándose corriendo a abrazarme —. Nunca he querido utilizarte, pero necesito tu ayuda para salir de este trance.

Miro con expresión interrogante a Nicolae y éste asiente convencido. Decido hacerle caso. Nicolae siempre ha sido mi referente y si él me pide que confíe, no tengo porqué dudar.

—¿Qué necesitas de mí, mamá? —me ofrezco separándole ligeramente de mí.

Ella me sonríe con ternura, lo que no puede evitar la misma reacción en mí.

—Escucha con atención, Draco —me explica con tristeza —. ¿Has oído hablar de la otra vida? —Asiento. Algo he oído, aunque no me parece muy normal. —Bien. Verás, en la otra vida te apareciste ante mí recién cumplidos los dieciséis años.

Le miro extrañado. ¿En serio? ¿Soy capaz de viajar en el tiempo? ¿Y cómo es que nadie me lo había dicho?

Me vuelvo con expresión de enfado a Nicolae y éste agacha la cabeza avergonzado.

—No le culpes a él —se apresura a decir mi madre —. No tiene nada que ver en todo esto. Sabe tanto como tú.

—Pero... —contesto confundido —. ¿Qué es lo que se supone que sé?

—Lo que pasó en la otra vida... —responde con tristeza —. Quedé atrapada en el pasado, en 1870 para ser exactos. Alguien me retuvo allí y fuiste tú.

—¿Yo? —pregunto alucinado —. Pero... ¿Por qué?

—Porque viste algo el día de tu dieciséis cumpleaños que no te gustó —contesta —. Y ello te obligó a hacerme permanecer en 1870. Pensaste que, si tu hermana y tú nacíais allí, todo cambiaría, pero te equivocaste.

DC XI:UN MUNDO MEJOR √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora